Uno de los iconos de la California de los años sesenta y setenta son sus playas escondidas entre palmeras y una gran afluencia de surfistas que demostraban su destreza sobre las olas. La necesidad de crear una alternativa que no dependiese directamente de las condiciones meteorológicas del mar resultó en uno de los deportes más extremos y habilidosos en el medio urbano: el skateboarding.

De los años sesenta al 2018, y de California a Mallorca. Los patinadores frecuentes de skateboarding se cuentan por miles en la isla. Devil Skate Shop es una tienda especializada al borde de los 20 años de vida -se creó en 1999- que congrega a muchos de estos patinadores. Toni Conte, dependiente de la tienda y patinador, explica sus orígenes: "La tienda surgió bajo las influencias del skateboarding, el street wear de los años 90 (teniendo en cuenta también las raíces del skateboarding de los años 60-70) y el grunge". En la tienda ofrecen una gran variedad de street wear -o ropa de calle- y material de skate como son ruedas, tablas, ejes, rodamientos y lijas. La combinación perfecta para crear el utensilio básico para esta práctica: una tabla de madera, ejes de metal, rodamientos y ruedas de poliuretano de varias dimensiones. "El skateboarding consiste en ir sobre esa tabla saltando con ella por debajo de los pies, haciendo trucos reconocidos como el Ollie, Kick Flip, 360 Flip, frontside y backside", relata Conte.

Aunque hoy en día cuenta con miles de adeptos, el boom del skateboarding en Mallorca se remonta a la construcción de los skateparks de Son Moix y Sa Riera en 2005. Los skateparks son lugares habilitados con rampas, barandillas, niveles y demás superficies adaptadas para ser patinadas. "Existen varias modalidades, como el Street, el Bowl, Vertical, Freestyle y también Downhill", enumera Conte, quien detalla que el skateboarding se puede practicar en los skateparks, en las plazas, calles... "por todo". Y no todo queda en las habilidades y acrobacias. También es un buen método de transporte. "No emite gases, pesa poco y no es trastoso", justifica el dependiente. No existen criterios para realizar esta actividad, cualquier persona del mundo puede patinar independientemente de su edad, sexo o raza. "Eso es lo mejor del skate, somos una gran familia", añade.

"Requiere mucha paciencia, tiempo y dedicación para llegar al nivel de los profesionales, pero en principio el skate es para divertirse y despejarse", asegura el miembro de Devil, quien bromea con que la única formación necesaria se obtiene a base de caídas, una tabla de skate y ganas de patinar.

"El skate en los últimos años ha cambiado mucho: la cantidad de gente que patina, la evolución de las modalidades... todo", asegura el patinador. También ha cambiado la mejora de las piezas, la construcción y composición de la tabla de madera, los metales que se mezclan, la geometría y las dimensiones de los ejes. "Las ruedas también han mejorado. En el principio de todo, eran metal y luego se pasaron a poliuretano (un tipo de plástico), que conforme el molde en que ponían el material, se hacían las dimensiones de las ruedas", ilustra el joven patinador de Devil, quien añade también existen diferentes formulas y durabilidades del poliuretano.

Caídas, saltos, velocidad y un sentimiento de familia conforman este deporte extremo que toma la ciudad con ruedas y madera.