Mallorca está perdiendo la carrera con Valencia por albergar la Copa Davis. La falta de dinero y los graves problemas de logística hacen prácticamente inviable que la isla acoja la eliminatoria de cuartos de final contra Alemania, que se disputa entre el 6 y el 8 de abril.

El Ajuntament de Alcúdia decidirá en el transcurso de esta mañana si acoge o no la eliminatoria de la Copa Davis. En la tarde noche de ayer el pesimismo era el estado de ánimo que presidía en todas las personas relacionadas con la organización de este evento.

La falta de dinero seguía siendo ayer una evidencia. Pese a la importante contribución del Govern y del Consell, con 600.000 euros entre los dos, más la aportación del Ajuntament de Alcúdia, sigue siendo insuficiente para dar luz verde a la celebración del torneo.

La Asociación Empresarial Hotelera de Alcúdia contribuye con 50.000 euros, una cantidad del todo insuficiente. "Esperábamos más de ellos", apuntan desde la Federación Balear de Tenis, cuyo presidente Toni Ferragut sigue buscando apoyos entre el sector privado para no dejar escapar una oportunidad como la que se presenta.

Además del tema económico, las instituciones que están volcadas en intentar albergar la Davis se están encontrando con importantes problemas de logística.

Además del pago del cánon, que asciende a 480.000 euros, hay que contar con otros 600.000 para el montaje de las gradas.

El problema de Mallorca, a diferencia de Valencia, es que parte de cero en todos los sentidos. "Necesitamos 28 camiones para montar las gradas, con el consiguiente gasto en conductores y otros aspectos", señalan desde el Ajuntament de Alcúdia. "Sufrimos más que nunca la insularidad", añaden.

Si el presupuesto inicial rondaba el millón de euros, con estos gastos imprevistos se eleva trescientos mil más, una cantidad que supone una montaña prácticamente infranqueable. Salvo un giro inesperado durante el día de hoy, las posibilidades de que Mallorca albergue la Copa Davis son escasas.

Entre los agentes implicados se valoraba que si se hubiera podido garantizar la presencia de Rafel Nadal en la eliminatoria, las cosas hubieran sido más fáciles y el sector privado se hubiera implicado más. Pero se es consciente de que esta era una posibilidad prácticamente nula.