"Lo que le pido al nuevo médico es que adivine los síntomas que tiene el equipo y consiga una medicina que lo consiga sacar de donde está", manifestaba el presidente del Iberostar Palma, Guillem Boscana, en la rueda de despedida de despedida de Xavi Sastre y solo unas horas antes de que el club anunciara el fichaje de Félix Alonso como nuevo entrenador del equipo.

Pues bien, hasta la fecha no ha sido así. Cuando se cumple un mes de la llegada del técnico leonés al banquillo verdinegro, se ha sumado una victoria de los cinco encuentros que se han disputado desde que se produjo el relevo en el banquillo. Estos números han hecho caer al Palma a zona de descenso y dibujar un escenario todavía más complicado si cabe.

El tropiezo del miércoles en la cancha del Cáceres Patrimonio de la Humanidad significa la tercera derrota consecutiva de un equipo que parecía reaccionar con la épica victoria en Valladolid tras un complicadísimo viaje por el corte de la AP-6 por nieve y que no fue más que un espejismo.

El equipo ha cambiado la metodología de trabajo y apuesta por un juego de ataque más organizado y la búsqueda de una mayor agresividad en tareas defensivas. El equipo consigue competir pero "la ansiedad", que aseguraba Félix Alonso que sufre el equipo, está provocando que el equipo se venga abajo en los minutos finales y ceda las victorias en los desenlaces de encuentro por pequeños detalles. Ni siquiera el estar por delante en el marcador hace olvidar a los jugadores del Iberostar Palma la situación que están viviendo en la clasificación y el pánico a perder les está pesando como una losa.

Con el refuerzo de Karamo Jawara el equipo ha ganado en presencia interior, sobre todo, en defensa. Sin embargo, la incorporación del noruego no está siendo suficiente para revertir una situación cada vez más alarmante en la escuadra balear, que afronta ahora uno de los tramos más exigentes de la temporada con los choques ante Melilla, Castellón, Palencia y Manresa. Las derrotas ante rivales directos como Lleida o Cáceres obligan al Palma a ganar cuanto antes y tratar de salir de una zona de descenso que está cada vez más movida con la reacción de equipos como Ourense, que ha pasado del farolillo rojo a salir del descenso en cinco jornadas con cinco triunfos consecutivos.

Sin ninguna duda el Iberostar Palma está pasando por el peor momento desde su ascenso a LEB Oro y se encuentra en una situación insólita para el club. Con una plantilla diseñada para entrar en play-off, una nefasta temporada está llevando al equipo a luchar por una permanencia que sería el premio mínimo del equipo. Ni Xavi Sastre, hasta hace un mes, ni ahora Félix Alonso han dado con la tecla de lo que necesita el equipo y el margen de reacción se estrecha cada vez un poquito más. La reacción del Palma parece que pasa por ganar un partido de exigencia y la primera y gran oportunidad será este mismo domingo ante un rival de prestigio como el Melilla con la ayuda de la afición mallorquina (18 horas).