El Palma Futsal es incapaz de ganar y ya acumula hasta siete jornadas consecutivas sin imponerse en la Liga. Mostrándose errático en exceso y sin dar la talla necesaria para marcar diferencias ante rivales en teoría inferiores, como es el caso del Peñíscola. El equipo que ayer se llevó un punto del Palau d'Esports de Son Moix rentabilizando perfectamente la ansiedad que atenaza, especialmente en ataque al equipo que dirige Antonio Vadillo.

La falta de resultados positivos retrasa jornada a jornada al Palma y permite instalar la preocupación entre los responsables técnicos y administrativos del conjunto mallorquín. Un equipo que no levanta cabeza, que no gana y que se encuentra a un paso de complicarse la vida mucho más de lo deseado. Una amenaza que asume Vadillo a la espera de recuperar jugadores lesionados

"Se nos están escapando muchos puntos. Las cosas no salen. No jugamos mal, pero no ganamos. Hay dudas y ansiedad. Y eso nos lleva a ser víctimas de nuestras propias exigencias", analizó Vadillo sobre el partido y la situación que vive el Palma Futsal. El técnico asume que sus jugadores están pagando la "tensión y responsabilidad" de haber acumulado muchos más resultados negativos de los que se esperaba al principio del Campeonato.

El Peñíscola con muy poco, especialmente en ataque, le amargó ayer la vida al Palma Futsal. Un equipo en el que destacó especialmente el buen comportamiento que tuvo el debutante Diego Nunes, uno de los mejores del partido por parte local.

Tras el descanso el partido se aceleró mucho. La tensión fue constante sobre la pista y el Peñíscola acertó a lahora de mantenerse firme frente a la presión y el mayor empuje del Palma Futsal. En la mayoría de ocasiones con más corazón que cabeza. Con sus jugadores acusando la falta de victorias que castiga al equipo de Vadillo, en buena parte provocadas por su falta de acierto y blandura. Dos factors que esta temporada están penalizando a un Palma que paga caro el no saber ganar.