El enfrentamiento insular prometía emoción y espectáculo a tenor de los antecedentes previos en la máxima categoría del voleibol nacional. El Urbia Voley Palma logró incrementar su pleno de victorias esta temporada en Superliga -doce- y en los derbis insulares -cuatro- tras imponerse a domicilio al Ushuaïa Eivissa en Es Viver (1-3). Ni la ventaja de dos sets para los de Marcos Dreyer fue una garantía ante un peleón conjunto local que inquietó al líder para cerrar el encuentro. Los hombres que dirige Marcelo De Stefano estuvieron en disposición de forzar el tiebreak antes de la reacción definitiva visitante.

Los palmesanos empezaron mandando y se adjudicaron el primer set tras neutralizar la iniciativa del equipo de Vila (5-3). Tras la alternancia de varios errores de servicio por ambos bandos, el líder llegó a situarse hasta con seis puntos de ventaja (11-17) una vez superado el ecuador del primer acto. Una renta que ya no se escaparía y que, incluso, llegó a ampliarse al sellar la primera manga a la tercera oportunidad y tras 22 minutos (18-25).

Los visitantes lograron poner tierra de por medio anotándose también un segundo set donde, la entrega del Ushuaïa Eivissa exigió llegar a la instancia decisiva con un marcador apretado. Los de Marcos Dreyer administraron cómodas ventajas de tres puntos (8-11) hasta que los locales alcanzaron la igualada a dieciocho. Fue entonces cuando la maquinaria ofensiva del vigente campeón volvió a tomar distancia cerrando, tras 26 minutos y con su segunda pelota de set, la segunda manga (21-25).

En el tercer set se vio la versión más vulnerable de la temporada del Urbia Palma. Víctima de sus propios errores y del empuje que recogieron los pitiusos tras un buen final del anterior acto, Marcos Dreyer retiró de la cancha a Nico Ronchi por Marcelo Hister con una desventaja de cinco puntos (8-3). Dicha distancia llegó a dilatarse sin lograr encontrar remedio hasta las doce unidades (19-7). El opuesto uruguayo volvió a sustituir al brasileño pero ya solamente pudo maquillar una manga que, tras 23 minutos, lograba alargar el encuentro para deleite de los aficionados del polideportivo Es Viver por un contundente a la par que sorprendente marcador (25-14).

El cuarto set arrancó con una imagen calcada. Pronto se situaron los ibicencos con tres puntos de ventaja (6-3) aumentándolo hasta cinco (18-13). Dreyer volvió a mover piezas con el cambio Ronchi-Hister pero no fue hasta un turno de cuatro potentes servicios de Víctor Viciana que lograron acercarse en el marcador (18-17). Igualando el parcial por primera vez a diecinueve, regresó la versión de líder sólido que tomó la iniciativa. Javi Martínez fue otra variante utilizada puntualmente en sustitución de Dani Macarro. Caminando al borde del precipicio, con el riesgo de poder ceder un punto, la manga se inclinó del lado mallorquín abortando así el conato de remontada pitiusa (22-25).