El regreso del Atlético Baleares a lo que es su casa, el Estadio Balear, logrará el próximo martes un impulso casi definitivo cuando la comisión de Urbanismo del Ajuntament de Palma apruebe la licencia de demolición de la grada de sol y las dos de gol. Una vez concedida la licencia, el día 30 de noviembre o el 1 de diciembre se procederá a la firma del contrato de la entidad blanquiazul con las empresas encargadas de la obra, el lunes 4 de diciembre se realizarán las obras de limpieza, que llevarán varios días, y está previsto que los trabajos de demolición de las gradas comiencen entre el 11 y 15 de diciembre.

El Atlético Baleares trabajará con licencias parciales. Se empezará por la de derribo y apuntalamiento de la grada sol y los goles; a continuación se solicitará la licencia de recubrimiento y, antes de las fiestas navideñas se solicitará la licencia de la tribuna cubierta, para empazar a trabajar justo cuando finalice la Liga a mediados de mayo. Esta tribuna es la que presenta mayores complicaciones porque presenta aluminosis, con todo lo que ello implica.

Los plazos que maneja el club que preside Ingo Volkmann, que se hará cargo personalmente de los gastos, que se calcula que ronden los dos millones de euros, son que estas gradas estén finalizadas a finales de febrero o inicios de marzo del próximo año. La idea es suprimir seis de las doce filas de que constan la gradas para disminuir el actual aforo con capacidad para unos quince mil espectadores. La parte inferior de las gradas de sol es casi toda maciza.

Que el primer equipo pueda jugar en el Estadio Balear antes de que finalice la temporada dependerá del césped. El club ha encargado a una empresa especializada que analice la hierba artificial instalada en el estadio -esperan una respuesta la próxima semana- y si está en condiciones de jugar sobre él. En caso afirmativo, el equipo entrenado por De la Morena confía en realizar el traslado desde son Malferit en el tramo final de la Liga. Si el césped no estuviera en condiciones, el desplazamiento ya se produciría la temporada que viene.

Cort se ha comprometido a sufragar parte del césped natural, cuyo precio oscila entre los 300.000 euros y un millón. El club está a la espera de conocer hasta dónde está dispuesto a llegar el Ajuntament de Palma aunque, en cualquier caso, se está todavía pendiente de la firma del convenio y el pago no lo abonará Cort hasta el año que viene.