Es noche cerrada en Londres, un ocho de noviembre, apenas cuatro días antes de que arranque, en el colosal pabellón O2 Arena, el ATP Finals, el torneo que pone punto y final a la temporada tenística y el único que le falta a Rafel Nadal (Manacor, 1986) en su ya de por sí amplio palmarés.

Llega al último torneo del calendario como destacado número uno del mundo tras un año excelso, en el que ha recuperado su mejor tenis y ha levantado seis títulos, entre ellos su décimo Roland Garros y su tercer Abierto de Estados Unidos.

La entrevista a Nadal se realiza en una sala de un lujoso hotel a orillas del río Támesis, y poco antes de un acto de Cosentino, marca de la que es embajador.

El mallorquín viste vaqueros y una camisa impoluta de color azul claro y unos zapatos elegantes azul oscuro con tonos blancos. Antes de sentarse, se ajusta el reloj en la mano izquierda y se echa el pelo hacia atrás, todavía mojado después de haber estado entrenando hasta poco antes.

Roger Federer, la ambición de ganar su primer ATP Finals, su resurrección en 2017, el proyecto de su academia en Manacor o la polémica surgida en torno a la nueva camiseta de la selección española: el campeón de 16 'grandes' no elude ninguna pregunta. De todo ello habla el número uno del mundo.

Lo primero de todo, ¿cómo está la rodilla?

La rodilla está bien. Espero que esté bien. Hemos estado trabajando muy duro para recuperarla y ahora es el momento de probarse. Entrenaremos en el O2 para ver cómo va en estos próximos días.

¿Es segura su participación en el ATP Finals de Londres?

Seguro en esta vida hay pocas cosas; desgraciadamente, sólo una. Pero si estoy aquí, en Londres, es para jugar. Si no, no hubiera venido y hubiera hecho otro calendario. No estaría alargando la temporada si no pensara que puedo ser competitivo y estar para jugar. Estoy aquí para intentar ganar el torneo. Esa es mi ilusión y mi motivación y trabajo para que así sea.

El ATP Finals es el único gran título que le falta en su palmarés. Cayó en la final en 2010 y 2013, ¿suponen esas derrotas una motivación extra?

Ni las derrotas ni las victorias me dan más motivación. Lo que haya pasado los años anteriores no influye en lo que vaya a pasar este año, y mi ilusión en cada uno de los torneos que juego es la de dar mi máximo y la de intentar hacerlo de la mejor manera posible. Hay veces que sale mejor y otras que sale peor, pero cuando salgo a jugar a tenis en cualquier torneo intento dar lo mejor de mí.

Ha quedado encuadrado en el Grupo A junto con Dominic Thiem, Grigor Dimitrov y David Goffin. Y debuta el lunes contra el belga. ¿Es un grupo a priori sencillo?

Mire, así como en torneos grandes y en Grand Slam sí estás pendiente del sorteo más de la cuenta, ya que, dependiendo de cómo te toque, se te puede abrir o cerrar más el cuadro, aquí sabes que juegas contra los ocho mejores del año. Pocos huecos tienes. Sabes que el sorteo va a ser bueno o malo dependiendo de cómo estés jugando. Y sabes también que o estás al 100 % desde el comienzo, o si no es casi imposible (hacerlo bien) porque juegas contra los mejores. A partir de ahí, tienes que intentar hacerlo lo mejor posible para que esto suceda.

Su viejo amigo Roger Federer lidera el Grupo B, en el que también está Alexander Zverev, Marin Cilic y Jack Sock. ¿Se ve jugando la final contra él?

Estoy aquí para intentar llegar a la final e intentar ganarla. Y si es contra Roger Federer, mucho mejor.

Hay muchas caras nuevas en el Masters este año: debutan Zverev, Dimitrov y Sock; y no están ni Andy Murray, campeón el curso pasado, ni Novak Djokovic ni Stan Wawrinka. ¿Se atisba un cambio de ciclo en el circuito?

Seguro que los que llegan es para quedarse. Al final, nuestra generación, en un momento dado, se va a terminar. Llegará un momento en el que veremos a los jóvenes por la tele y no nos enfrentaremos a ellos. Y luego llegarán más y más. Los jóvenes son buenos, y creo que viene una generación de alto nivel.

Sin embargo, también es verdad que el hecho de que hayan faltado unos cuantos jugadores que se han lesionado, como Andy o Novak, ha beneficiado a esos jóvenes. Estamos en un Masters un tanto especial, con algunos jugadores nuevos como Zverev o Sock. Aunque es cierto que de la nueva generación prácticamente sólo está Zverev.

Llega a Londres tras levantar seis títulos, entre ellos su décimo Roland Garros y su tercer US Open. Si gana el Masters, ¿sería este el mejor año de su carrera profesional?

Ha sido una temporada fantástica, y más después de dónde venimos, pero no creo que sea mi mejor año. Ha sido una temporada emocionante, en la que se ha jugado muy bien a tenis y en la que he podido ser competitivo en prácticamente todos los torneos en los que he participado. Y eso me hace feliz. He podido estar sano hasta el incidente de París y, para mí, a estas alturas de mi carrera, lo importante es ser feliz haciendo lo que hago. Este año he sido feliz y espero poder seguir siéndolo durante unos cuantos años más. Eso sí, no creo que haya sido la mejor temporada de mi carrera.

Ha tenido una temporada exigente y en 2018 cumple 32 años. ¿Ve a Federer, quizá, como ejemplo a la hora de recortar torneos y seleccionar mejor el calendario?

No hay dos personas iguales: ni Federer entrena como yo ni tiene el mismo calendario que yo; ni yo, quizá, pueda tener el mismo calendario que él. Porque las cosas que funcionan para uno no funcionan para otro. Cada uno tiene que hacer su camino y, evidentemente, es importante ver lo que ocurre alrededor y ver las cosas que se hacen bien y las cosas que no se hacen bien.

En este mundo inventar es muy difícil y copiar es más fácil, con lo cual, uno tiene que intentar copiar las cosas de los demás que uno cree que le van a ir bien. Veremos qué pasa en el futuro. No sé si el calendario de Federer es factible para mí. Voy a hacer lo que mi mente y mi cuerpo me pida, que es lo que he hecho toda mi vida.

Está muy involucrado en su academia, la Rafa Nadal Academy. ¿Qué tan importante es para usted tener un proyecto que se sienta suyo?

Es un proyecto muy importante para mí, ya que es algo mío. A nivel emocional también lo es, puesto que es un centro deportivo donde hay varias unidades de negocio. El primero es una academia a la que acuden chicos de todo el mundo a intentar perfeccionar su tenis y desarrollarse como tenistas y como seres humanos.

Tenemos también una escuela americana dentro de la academia y un centro médico. Disponemos de todas las facilidades que un niño necesita y mucho más. Ya me hubiera gustado a mí contar con todas esas facilidades cuando era joven.

La realidad es que tener un centro donde la gente del pueblo, la gente de Manacor y de la comarca, pueda venir y pasar las tardes en el gimnasio, en el spa, haciendo deporte y jugando al tenis, al pádel, o lo que sea, a mí me hace feliz. Es un proyecto muy importante también a nivel social: tenemos el museo, y gran parte de sus beneficios van a mi Fundación. Es un proyecto que se ha hecho con muchísima ilusión y es una parte muy importante de mi presente y todavía más importante de mi futuro.

Como aficionado al fútbol que es y firme seguidor de la selección española, ¿qué piensa de toda la polémica suscitada por la nueva camiseta?

Sinceramente, llega un momento dado que son debates absurdos. Todo se convierte en un circo y no quiero participar en él. La camiseta, sea la que sea, da igual; lo único que importa es que España esté preparada para disputar un Mundial al máximo nivel. Tenemos un equipo joven e ilusionante y esto es lo único que a mí, personalmente, me importa. Todo lo demás son circos. Al final llegamos a un momento dado en el que hacemos un circo de una simple camiseta.