El Palma Futsal se enfrenta esta tarde al Gran Canaria en Son Moix (20:30 horas) con el objetivo de volver a ganar tras perder ante el Barcelona Lassa y Movistar Inter. Los dos enfrentamientos ante los grandes reyes del fútbol sala europeo se han saldado con una gran imagen, buenas sensaciones, el respeto del mundo del fútbol sala por competir de tú a tú ante los poderosos, pero no se ha podido superar el camino con éxito. Para un equipo cualquiera, el resultado ajustado y la sensación de haber merecido mayor botín ya sería suficiente premio ante dos equipos cuyo presupuesto y calidad se sitúa en otra dimensión inalcanzable para los terrenales, pero renunciar a una competición como la Copa del Rey produce tristeza en un equipo que tiene hambre de más.

La Copa del Rey ya es historia y ahora la mirada se centra en los siguientes retos con la intención de estar preparado cuando llegue el momento decisivo. Con esta ilusión, el conjunto balear recibe al Gran Canaria. Una victoria sería el mejor relajante, un complemento ideal para paliar la sensación de vacío que se queda tras jugar a un gran nivel pero no recibir nada a cambio. Del sueño se pasa a la realidad, a la obligación de ganar a un rival que ha conseguido una victoria en lo que se lleva de temporada y que también ha quedado apeado de la Copa del Rey.

El Palma Futsal tiene a su favor su juego, el alto nivel competitivo que exhibe en cada uno de sus partidos. Defensivamente es un equipo fiable y ofrece una amplia nómina de atacantes en serie, capaz de retar y desafiar a los mejores y llevarlos al límite. Este es el valor de un equipo que se marca como objetivo mantener el nivel como máxima garantía de obtener triunfos. Quedan por corregir los errores puntuales que han resultado decisivos cuando los partidos han sido igualados, un aprendizaje de cara a lo que resta de campaña. Sobre el papel, el Palma Futsal es el favorito frente al Gran Canaria, por la amplitud de plantilla y porque juega en casa, pero el deporte entiende poco de favoritismos y teorías. Y la mejor prueba es el rival de esta jornada. Es el mejor ejemplo. La pasada temporada complicó la vida a los baleares en los dos partidos. Tanto es así que se salvó en la última jornada con una victoria frente al conjunto mallorquín privándoles de un mejor cruce en los playoff por el título.

El Palma fue incapaz de ganar ninguno de los partidos ante un equipo que demuestra que la clasificación hay que verla pero no tenerla en cuenta cuando no es para algo definitivo. Antonio Vadillo cuenta para la cita con toda la plantilla salvo el lesionado Éder.

Chicho

Uno de los veteranos de la plantilla, Chicho, desconfía de los canarios. "Todos sabemos que no han empezado con buen pie y es un equipo que se está acoplando, pero no debemos caer en que les golean, no podemos caer en la relajación porque el año pasado nos pintaron la cara tanto en casa como fuera y no pudimos hacer nada contra ellos", recordó.

"Hay que quedarse con las buenas sensaciones de los partidos ante Inter y Barcelona y seguir en esta dinámica. Hay que ganar y hacerlo bien, seguir con nuestro juego y mentalizados", subrayó. Diego Favero, por su parte, dejó claro que solo piensan en ganar. "Ahora nos olvidamos de la Copa y con todo el respeto a Gran Canaria hay que ganar sí o sí porque luego jugaremos dos partidos fuera", argumentó el brasileño.