Son infinitas las razones por las que una persona decide embarcarse y cruzar el Atlántico. Desafío, aventura, reto, pasión, necesidad. Suelen ser navegantes con más o menos experiencia. No es el caso de las cinco mujeres de Ocean Dream, un proyecto que dio a luz una de ellas, Natalia Enseñat. Ellas ya han navegado en mares oscuros, han superado el cáncer o está en fase de remisión, pero no son marineras avezadas. El 4 de noviembre pondrán rumbo a Martinica a bordo del velero Sargantal, capitaneado por César Henríquez, quien también conoce lo que hay en ese pozo oscuro del cáncer, y del que también ha salido.
La idea va más allá. Son cinco mujeres valientes y también generosas. Han querido que su hazaña prenda, ayude a los que como ellas se han visto tocados, o se verán, por el dardo de la enfermedad. Las 4.000 millas náuticas que suponen la travesía son sufragadas por patrocinadores que a través de un crowdfunding pueden ayudar. A partir de 10 euros todos podemos formar parte de esta travesía de la esperanza.
"Una vez que se haya conseguido reunir el dinero para costear la travesía, el sobrante irá a la Fundación Cris Cáncer para que lo destine a proyectos de investigación", cuenta Natalia Enseñat, la "ideóloga" de esta aventura a la que se ha sumado una tripulación de mujeres muy valientes: Caterina Mausilí, Belén Campos, Elena Piña y Mónica García. Sólo ésta última tiene conocimientos avanzados de náutica.
Cuando zarpen hacia Lanzarote, rumbo a Cabo Verde y de ahí hasta alcanzar el destino, Martinica, las cinco del Ocean Dream irán dejando atrás esos amaneceres, puestas de sol, el olor a herrumbre del aluminio mojado por la sal, la humedad de lágrimas de mar, el viento apacible o perezoso que obliga a poner el motor. Alcanzarán la meta. Igual que un día, el médico les dijo: "Has superado el cáncer", llegarán a puerto.
Rumbo a Alicante en el 'Galaxie'
El pasado 16 de octubre, de madrugada, Natalia y Caterina se embarcaban en el Galaxie, el velero de 21 metros de la Fundació Joves Navegants, que ha querido sumarse a la 'familia' del Ocean Dream, trasladando a dos de sus integrantes a Alicante, Natalia y Caterina, y a Joan Enseñat, donde se reunieron un día después con Mónica, Belén y Elena para presentar su epopeya en el marco de la Volvo Ocean Race, gracias al apoyo de Mapfre, cuya tripulación participa en la Volvo Ocean Race en representación de España. Su capitán Xabi Fernández les enseñó ese Poseidón que son los veleros de la Volvo Ocean Race.
Jesús Coll fue el patrón del ´Galaxie´; junto a Joan y Natalia Enseñat. L.D.
Claudia Suárez, coordinadora de Joves Navegants, que las acompañó en la travesía a bordo del Galaxie, indicó que "el Ocean Dream se ajusta a nuestro proyecto solidario". En los 25 años de su historia, la Fundació ha posibilitado que jóvenes con conflictos de diversa índole encuentren el rumbo de su vida.
Seis voluntarios de Joves se sumaron a las travesías de traslado y regreso entre Palma y Alicante. Al timón, Jesús Coll, que tuvo que superar en la vuelta a Mallorca una tormenta que alcanzó velocidades de vientos de hasta 30-35 nudos, con puntas de 45. Desde las 21 horas del día 18 navegaron en la boca de la tormenta hasta llegar a puerto a las 4 de la madrugada.
Fue el contraste a una navegación de inicio que transcurrió sin apenas viento. El motor fue la banda sonora de la navegación al puerto de Alicante. La tripulación le tomó el pulso a la paciencia, una virtud que en la mar es necesaria. A la vuelta, con todo en contra, y ahí ya embarcadas las cinco mujeres del Ocean Dream, se las vieron con la peor cara de la navegación. Eso sí fue que un desafío. Pero luchadoras como son, si han sido capaces de superar cáncer de mama, carcinoma de ovarios, sarcoma y linfoma de Hodgkin, esta primera aventura en alta mar las ha bautizado para esas 4.000 millas náuticas que las aguardan. En su apoyo la tripulación de algunos de los voluntarios del Galaxie, Jesús, Claudia, Toni Caja, Javier Hidalgo y Empar Bosch,
"La enfermedad te ayuda a quitarte miedos, te da conocimiento de ti misma, descubres que puedes lograrlo. Somos supervivientes. Estamos vivas", expresan con emoción Natalia y Caterina.
El 4 de noviembre las cinco mujeres pondrán rumbo a un lugar que podría llamarse Esperanza. A cumplir su Ocean Dream.
