El central de la selección española Gerard Piqué ha descartado la posibilidad de abandonar el equipo nacional antes del Mundial de Rusia y ha explicado que su situación, después de los "silbidos e insultos" recibidos el pasado lunes en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas, es "un reto" al que desea "dar la vuelta".

En una comparecencia ante los medios, el central azulgrana ha destacado su "compromiso" con la selección. "Es imposible poner en duda mi compromiso, llevo aquí desde los 15 años, considero esto una familia", ha asegurado.

"Me siento muy orgulloso de estar en la selección española", se ha refirmado el catalán.

Piqué tampoco ha esquivado esta vez ofrecer una opinión política, aunque ha sido más comedido y ha lanzado un mensaje de entendimiento al asegurar que mediante el "diálogo" y la "coherencia" todo "puede llegar a buen puerto" .

Y es que, el catalán ha querido dejar claro que no es su caso ser un independentista que quiere jugar con la selección española, aunque ha defendido que se pueda hacer si no se proclama la independencia de Cataluña, y se ha apoyado en el diálogo para dar la vuelta a su situación en la Roja y el camino a seguir por políticos.

Ser independentista no tiene nada en contra de España

"No es incongruente mi postura. Te lo llevo al extremo, que no es mi caso, creo que un independentista podría jugar en la selección española porque no hay selección catalana y el independentista no tiene nada en contra de España", aseguró.

"El catalán no está en contra de España, solo quiere su propio país. Si no hay selección en Cataluña y no tienes nada en contra de España que es un país de la hostia, ¿por qué no podría jugar un independentista con la selección española?. Tendemos a llevar todo al sentimentalismo y fanatismo", opinó.

Diálogo fue la palabra más repetida en una larga comparecencia de Piqué, que pidió a los periodistas que preguntasen todo lo que quisieran y que incluso deseó extender pese a la obligación de cortar por la comida de la selección española para la que esperaban el resto de compañeros y cuerpo técnico.

"Estoy convencido de que hay muchísima gente fuera de Cataluña a favor de que los catalanes puedan votar. Otros tienen una opinión muy diversa. Cada uno puede opinar lo que le dé la gana y hay que respetarse entre todos. Prima el respeto y con el diálogo se puede llegar a buen puerto"