El Atlético Baleares tiene un problema en Son Malferit. Por muy superior que sea al adversario, como sucedió ayer ante el Olot, se muestra incapaz de ganar. Tres empates y una derrota en casa es un balance muy pobre para un equipo con aspiraciones y que sigue mirando hacia arriba en la clasificación gracias a su excelente nivel como visitante, donde todavía no ha perdido. Los de Armando de la Morena fueron sustancialmente mejores, sobre todo en la primera parte, pero entre la falta de puntería, el palo y un soberbio Xavi Ginard, se quedaron sin premio.

Y todavía podría haber sido peor porque salvaron un punto a solo tres minutos del final, tras una genialidad entre Xisco Hernández y Fullana. El tanto del capitán, justo cuando estaban más volcados, alivió la agonía que se había instalado a la media hora del partido, después de un gravísimo error de Manu Farrando, que sirvió en bandeja el tanto a Marc Mas.

Los blanquiazules dejaron escapar una gran oportunidad ante un adversario que todavía no sabe lo que es ganar. Es muy pronto para las urgencias, pero es evidente que es una situación que debe resolverse lo antes posible para que la sensación de impotencia, cuando juegan ante los suyos, se diluya lo antes posible. La victoria se podría haber encarrilado muy pronto con un taconazo de Gerard Oliva, pero el balón se estrelló en el poste izquierdo de la portería del Olot. Los mallorquines dominaban a placer y daba la impresión de que llegaría el tanto, pero lo cierto es que esa fue la ocasión más clara en el primer parcial. Y eso que solo era el minuto nueve. Hasta que llegó el desastre. Manu Farrando perdió el balón en una acción sin aparente peligro y Marc Mas, muy listo, se plantó ante Aulestia para batirle por bajo.

El Atlético Baleares no bajó los brazos a pesar del jarro de agua fría, pero sus ocasiones, como las de Xisco y Gerard Oliva, no encontraban la dirección adecuada. Y eso empezó a desesperarle, como se reflejó en la segunda mitad. Sin ideas y con un Olot defendiéndose con las líneas muy juntas, el muro cada vez era más alto. De la Morena dio entrada a Álvaro Sánchez y Óscar Rico, pero el que estuvo más cerca del gol fue Gerard Oliva. Una gran parada de Xavi Ginard, con la ayuda del palo, evitó el empate y en la acción siguiente, un cabezazo de Álvaro salió rozando el larguero. No fue la mañana de Oliva, que dispuso de otra ocasión en el minuto 79, pero el balón se fue fuera.

Los balearicos ya atacaban con más corazón que cabeza, pero para marcar un gol así hay que tener mucho talento. Fullana robó el balón, hizo la pared con Xisco y con un fuerte tiro batió a Ginard. Solo quedaban tres minutos, pero el portero de Artà, con otra parada a un cabezazo de Oliva, se encargó de que el duelo finalizara en un decepcionante empate. Y ya van demasiados en la isla.