Puntos cedidos al margen, hasta un total de siete en casa, lo que más destaca de este comienzo de temporada del Atlético Baleares es la falta de tranquilidad. Se afrontan los partidos con demasiados nervios, y la muestra está en el entrenador Armando de la Morena, que ayer cumplió el segundo de sus tres partidos de sanción. La última expulsión fue la de Kike López. Jornada aciaga la del centrocampista blanquiazul, que se tiene que retirar lesionado y le expulsan en el banquillo por llamar sinvergüenza a uno de los asistentes. Todo esto no hace más que perjudicar a un equipo que tiene categoría suficiente para meterse en el play off de ascenso. El equipo, con su entrenador al frente, que debe ser el primero en dar ejemplo, debe centrarse en competir e intentar ganar los partidos. Desde fuera da la impresión de que falta tranquilidad. Es verdad que se han perdido más puntos de los que se pensaban a estas alturas, pero no hay que desquiciarse porque queda todo un mundo.
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Análisis