Dos deportistas mallorquines han brillado con luz propia este fin de semana, y en disciplinas tan dispares como el triatlón y el baloncesto. Mario Mola revalidó el sábado en Rotterdam el título mundial de triatlón, deporte exigente como pocos, y Joan Sastre añadió ayer a su título de Liga con el Valencia la medalla de bronce en el Eurobasket en su primera aparición a nivel internacional en una competición de nivel. Dos ejemplos de deportistas humildes que han llegado a lo más alto sin que se les haya regalado nada. Lo del triatleta de Calvià tiene mérito porque puede presumir de ser el mejor del mundo en lo suyo ante rivales de la entidad de Gómez Noya, pentacampeón del mundo, y los hermanos Brownlee, Alistair y Jonathan, oro y plata en los Juegos de Río, entre otros. Joan Sastre, en silencio, se ha hecho un hueco en la mejor generación de la historia del baloncesto español. Ha sido el sexto hombre para Scariolo y pieza importante para que el equipo sume otro metal. Bravo por los dos.
El Mallorca sumó su cuarta victoria en cinco partidos. Hasta aquí muy bien. El equipo de Vicente Moreno, un caballero en la victoria y dicen también que en las derrotas -esperemos que no lo tengamos que comprobar- está mostrando una gran solvencia en defensa en este inicio de temporada y evidentes problemas a la hora de perforar las porterías rivales. Hay que confiar en que el equipo mejorará porque no hay que olvidar que las cuatro victorias, tres de ellas obtenidas ante rivales recién ascendidos, han sido logradas por la mínima diferencia. La imagen es importante y, por lo visto hasta ahora, las dudas que genera el equipo son lícitas. La pregunta es si ante rivales de mayor nivel, que los hay, se dará la talla o empezarán los problemas.
Lo que sí parece claro es que este grupo tercero de Segunda B puede ser cosa de dos, una lucha encarnizada por la primera plaza entre el Mallorca y el Elche, sin duda candidatos al ascenso y a pelear por el liderato del grupo que les facilite el camino de retorno a Segunda. Da la impresión de que el que quiera acabar primero deberá ceder muy pocos puntos en las 38 jornadas del campeonato.
En cuanto al Atlético Baleares, ayer dejó claro que se siente más a gusto lejos de son Malferit. Ante sus aficionados sigue sin conocer la victoria después de tres partidos. Si quiere estar entre los mejores deberá mostrarse más fiable en casa porque siete puntos cedidos a estas alturas de la película parecen demasiados.
El primero en caer. Cuatro jornadas llevamos en Primera y ya ha caído el primer entrenador, Luis Zubeldia en el Alavés. El joven entrenador argentino, de solo 36 años, ha sido víctima de la nula paciencia de los dirigentes de la entidad vitoriana, que se han puesto nerviosos a las primeras de cambio después de ver cómo su equipo todavía no ha marcado en 360 minutos. El secretario técnico del Alavés, que ignoro quién es ni falta que hace, debería dar alguna explicación de por qué se optó por este entrenador si tan malo considera el club que es.
Dembélé. El fichaje más caro de la historia del fútbol español se ha roto a la primera. Y de manera seria. Tanto, que se especula con que puede estar fuera de los terrenos de juego entre tres y cuatro meses, una barbaridad teniendo en cuenta que el equipo de Valverde apenas se ha reforzado. Solo le faltaba esta a Bartomeu. Además de una moción de censura que va por buen camino, ahora se le lesiona su fichaje estrella.
