Tras la conquista ayer del bronce en el Europeo con la selección española absoluta, el mallorquín Joan Sastre va cumpliendo sus sueños. El alero inquer que, formado en el club de su ciudad y que tras un breve paso por el Centre de Tecnificació de l´Esport de les Illes Balears y la LEB Oro, inició con 16 años su camino en el profesionalismo. Tras eso entró en el libro de oro del baloncesto nacional al participar en la conquista del Valencia Basket de su primer título de la Liga ACB.

Coincidió con la primera final del mallorquín, que a sus 25 años tiene además una relación especial con el Real Madrid, ante el que ha conseguido dos de sus mayores logros: el debut en la ACB y el título de Liga conquistado este viernes. "Todos soñamos y trabajamos para llegar lo más lejos", explicó en el 2010.

Con 18 años, Joan Sastre disfrutó de su primera temporada en la elite. Había firmado por cinco campañas tras una notable temporada en LEB Oro con el Bàsquet Mallorca.

Disputó su primer partido profesional con 16 años, 3 meses y 16 días en el encuentro de la LEB Oro que disputó el Fundació Basquetinca.com (Bàsquet Inca) ante el Hospitalet; victoria por 82-66, con 4 puntos del prometedor alero en apenas minuto y 15 segundos de juego.

Su altura (2'01 metros) despertó inmediatamente el interés de diferentes clubes, que vieron en su técnica, su carácter y su buen hacer con la selección sub-18 en el Europeo un extraordinario potencial de futuro.

Tras el verano de 2009 se trasladó a Sevilla fichado por el Caja San Fernando. Y en su primera temporada alternó jugar con el filial con el primer equipo, con el que debutó en la ACB ante el Real Madrid (un punto en 4 minutos) y participando en la Copa del Rey.

Tras un lustro en Sevilla se marchó a Zaragoza, al CAI de José Luis Abós, afianzándose como uno de los mejores aleros de la máxima competición nacional. Dos años después recaló en Valencia, donde ha dado los pasos más importantes como profesional, hasta llegar a la selección.