Dicen que pocos ejemplos hay más duros en el deporte que el triatlón. Y el más duro de todos es Mario Mola, que por segunda vez consecutiva ha conquistado el título mundial de la especialidad. Toda una gesta, lograda entre auténticos monstruos, empezando por el quíntuple campeón mundial Javier Gómez Noya.
El campeón mundial de triatlón es lo más parecido a un superatleta, porque ha de dominar, o al menos desenvolverse con solvencia en tres disciplinas tan exigentes como la natación, el ciclismo y el atletismo. Y Mola lo hace a las mil maravillas. Si en lugar de triatlón estuviéramos hablando dd tenis, fútbol o baloncesto, Mola acapararía portadas. Aquí tiene la suya. Bien ganada.
