Son casi cuatro meses desde que anunció su retirada como jugador. ¿Le ha dado tiempo a arrepentirse en algún momento?
La verdad es que no porque lo tenía bastante decidido desde hacia ya algún tiempo, y aunque lo anuncié hace cuatro meses era una decisión que tenía clara desde diciembre de 2016. Fue algo muy meditado y sabía que no había marcha atrás.
¿Qué se ha encontrado como técnico del Palma
De momento todo va según lo esperado. Sabía que iba a tener mucho trabajo, pero conociendo a los jugadores como los conozco, también sabía que iba a ser relativamente fácil introducir lo que quiero. Cuando eres jugador, lo eres durante dos horas a la semana, pero cuando eres entrenador hay que estar las 24 horas pensando en el equipo. Al final eres el responsable, eres la cabeza visible del equipo.
¿Ha sido fácil el cambio de chip para los jugadores o siguen bromeando con usted?
Sí que lo han cambiado, sí, y yo también lo he tenido que variar porque creo que el mismo guion nos lo exige. A nivel de relación, seguimos teniendo el mismo trato, pero en lo que se refiere a las bromas, se han relajado un poco (ríe). Jugadores como Carlos Barrón, que quizás es uno de los más bromistas, ya no me chincha tanto. También es verdad que yo no era un jugador de muchas bromas. Ellos son los primeros que saben que cuando pisaba la pista, siendo capitán, siempre era muy exigente. Antes me decían que sí y si no me hacían caso no pasaba nada, ahora me tienen que decir que sí y además, más les vale hacerme caso.
¿Qué sintió en el primer partido que dirigió desde el banquillo? ¿Tuvo que frenar sus ganas de saltar a la pista?
No llegué a ese extremo, pero sí que es verdad que lo viví con un punto de incertidumbre. Solo me pasó durante el primer partido, el resto los he llevado bastante mejor. Me recuerdo antes de dar la charla, esos minutos eran nuevos para mí. No sentí nervios, era más bien inquietud? Pero como salió todo tan bien, creo que me ayudó a coger la confianza que necesitaba. Lo que habíamos trabajado más o menos se vio reflejado en la pista, el resultado fue abultado, ganamos y salimos muy contentos.
¿Cómo valora el desarrollo de la pretemporada? ¿Han disputado suficientes partidos?
La pretemporada ha ido bastante bien. Mi principal objetivo era la asimilación de conceptos y los tenemos. A nivel de partidos, han sido todos muy exigentes y creo que hemos mostrado una muy buena versión de nosotros mismos. Todo esto me ha ayudado a saber cómo va a responder mi equipo. Nos marcamos como objetivo ir creciendo y creo que lo hemos ido consiguiendo. En la tercera o la cuarta semana tuvimos un pequeño bajón, pero fue debido a la gran carga de entrenamientos. Quitando un par de detalles, la verdad es que estoy muy contento por cómo se ha desarrollado la pretemporada.
¿Qué piden los jugadores? ¿Con ganas de que empiece la Liga?
Sí, yo el primero. Los partidos en Liga te conducen a dirigir el entrenamiento de una forma u otra, atendiendo a lo que debes o no mejorar. Durante la pretemporada solo trabajamos sobre nosotros mismos y eso lleva a un cansancio cognitivo. Cuando empieza la Liga todo viene más rodado. El jugador tiene más en cuenta su rendimiento, si ha jugado mejor o peor, lo que tiene que mejorar para la semana que viene y es todo más variable.
Son tres las incorporaciones que ha realizado el Palma Futsal
Creo que hemos acertado de pleno en todos los aspectos, tanto a nivel deportivo como a nivel personal. Saben qué fútbol sala me gusta y también que soy muy exigente de cara a la intensidad. Me gusta recuperar el balón lo antes posible y creo que a ellos les gusta también esa idea y no ha habido complicaciones a la hora de entendernos.
¿Se va a ver a un nuevo Palma Futsal?
A nivel general se va a ver algo similar a lo de las últimas temporadas, pero a nivel conceptual va a ser bastante diferente. Cuando estemos sin balón vamos a intentar ser un equipo agresivo, queremos robar lo antes posible, en zona alta, mantener la defensa presionante y eso creo que antes no lo teníamos interiorizado. Hay que mejorar en las acciones de balón parado y dominar el ataque de cinco. El Palma las últimas temporadas ha jugado muy bien al fútbol sala y eso vamos a intentar seguir haciéndolo.
Hoy disputan su primer encuentro de Liga ante el Jaén Paraíso ¿Solo vale la victoria?
Al menos esa es nuestra intención. No nos vamos a conformar con menos. Si quedando diez segundos nos empatan, sacaremos portero-jugador para intentar ganar el partido. Queremos vencer y nuestra intención es que en Son Moix no se nos escape ningún punto. Es un partido ante un rival directo que luchará por los mismos objetivos que nosotros y si queremos que Son Moix sea un fortín, desde hoy tenemos que empezar a demostrarlo.
¿Qué sería un fracaso para usted esta temporada?
Fracaso sería no estar entre los cinco o seis primeros y no jugar ninguna semifinal. Más que fracaso sería una decepción porque creo que el equipo tiene capacidad para estar en esas posiciones.
Segundo club de Balears con mayor masa social. ¿Otro aliciente más?
Estamos todos encantadísimos. Conozco a la afición de Palma y creo que este seguimiento es un premio a todo lo que hemos conseguido. Esto demuestra que el aficionado quiere fútbol sala, está enchufado con el Palma y creo que es un aliciente que nuestra afición nos dé su apoyo.
Siempre se dice que son una gran familia. ¿Eso ayuda dentro del campo?
En el fútbol sala hay muchos clubes que llevan esta dinámica fuera de la pista. Nosotros hace ya varias temporadas que tenemos un vestuario brutal, somos una familia y las relaciones interpersonales son muy allegadas, ya no solo entre los jugadores. Si viene el padre de alguno de nuestros compañeros a vernos jugar, todos nos saludamos, nos conocemos e intentamos crear ese vínculo que, creo, luego conseguimos plasmar en la pista.
¿Un sueño para esta temporada?
Deseo jugar una final. Me gustaría muchísimo poder jugar una final este año.
