Nadal ya está en casa. El tenista manacorí aterrizó a primera hora de esta tarde en el aeropuerto de Son Sant Joan tras conquistar su tercer US Open y colocar su décimo sexto Grand Slam en las vitrinas. Cansado por el largo viaje pero satisfecho por el trabajo realizado, Nadal ha admitido que ser el número uno no es algo que se planteara al inicio de la temporada y ha reconocido que es el “trabajo en el día a día” lo que ha propiciado que “las cosas hayan salido tan bien”.

El tenista mallorquín ha admitido que los triunfos que han llegado a lo largo de toda su carrera, “no son solo fruto del trabajo” y que hay deportistas como “Messi, Zidane, Cristiano o él mismo” que tiene unas “condiciones innatas” que no poseen otros jugadores. “Desgraciadamente mis triunfos no son solo fruto del trabajo. Hay cosas que te da la naturaleza y uno tiene que poner, eso sí, la actitud y el rodearse de las personas adecuadas. Yo he tenido la suerte de tener a mi tío y un entorno adecuado desde muy pequeñito, pero también es verdad que ni Messi, ni Zidane, ni Romario, ni Cristiano podían haber triunfado solo del trabajo. Existen unas condiciones innatas que uno las necesita para triunfar en el mundo del deporte y yo, por suerte, las he tenido. Después, con la ayuda de mucha gente, las he podido desarrollar y las cosas han salido bien”, ha explicado el manacorí.

“Ni me imagina tener el número uno ni me lo dejaba de imaginar. Trabajo en el día a día, hago las cosas de la mejor manera posible para intentar estar preparado para lo que venga y hay veces que las cosas salen mejor y otras peor. Este año, por ahora, las cosas han salido muy bien y estoy muy contento y agradecido con la gente que me ayuda y con la vida por haberme dado esta oportunidad”, ha explicado el número uno del mundo nada más aterrizar.

Un número uno que el manacorí comparte con, la también española, Garbiñe Muguruza, un hecho del que se siente muy orgulloso: “Creo que España puede presumir de muchas más cosas que solo de tenis. Aunque evidentemente estoy muy feliz por Garbiñe, espero que pueda pasar muchísimas semanas ahí arriba y la verdad es que se lo merece porque está haciendo un año muy bueno desde Wimbledon. Le deseo todo lo mejor”.

La Copa de Maestros, que se celebrará el próximo 12 de noviembre, es una de las pocas espinas que Nadal lleva clavadas desde que empezará a destacar en el circuito de la ATP. Tras su impresionante temporada, el manacorí pone la mirada en el último gran torneo del calendario: “Aspiro a ganar la Copa de Maestros desde hace diez años. Al final he sido un jugador que ha sido número uno, dos y tres casi cada año y es normal que aspire a este torneo, otra cosa es que no lo haya conseguido ganar y otra, que la superficie siempre es la más complicada”.