A los 31 años le ha llegado el premio a Kevin Anderson después de toda una vida navegando en la segunda o tercera línea del circuito ATP. "Estar en una final de un torneo de Grand Slam es un auténtico sueño hecho realidad. Poder estar aquí, rodearme de mi gente y encima llegar a la final, es increíble. Ahora solo quiero descansar y centrarme en el partido ante Nadal, tendré que estar muy centrado", afirmó el sudafricano.

"No ha sido un camino tan fácil como parece", destacó Anderson para aquellos que dicen su aventura ha sido sencilla. "Sufrí mucho en el duelos ante Paolo Lorenzi de tercera ronda, por ejemplo, aunque sí es cierto que esta parte baja del cuadro se liberó desde muy pronto de algunos grandes nombres del circuito. La realidad es que estoy jugando mi mejor tenis y que gracias a eso he podido avanzar todas estas rondas hasta llegar hasta aquí". Una sonrisa inunda el rostro de este hombre que afronta hoy el partido más importante de su vida. "En la final utilizaré la misma táctica que llevo utilizando desde que comenzó el torneo. Seguro que será un partido maravilloso. Pienso que he ido de menos a más a lo largo del torneo, cada vez sacando y restando mejor. Realmente estoy muy feliz por la manera en la que he jugado", sentenció el sudafricano.