Atlético Baleares y Real Mallorca han empatado sin goles en el primer derbi palmesano en los últimos 37 años. Un partido que ha cumplido con las expectativas en cuanto al aspecto emocional, pero no en el futbolístico, que dejó mucho que desear. Reparto de puntos que ha dejado más satisfecho a los loclaes que a los visitantes ya que el equipo de Vicente Moreno ha jugado con superioridad numérica desde los seis minutos de la segunda parte por expulsión, por doble amarilla, de Gerard Oliva, en la jugada más polémica del encuentro. El '9' vio la primera por una entrada al guardameta rojillo Reina y, supuestamente, ha visto la segunda por protestar al colegiado, que no ha dudado en enviar al jugador blanquiazul a los vestuarios.

Hasta ese momento la igualdad ha presidido el partido, más animado en las gradas que en el campo. Tanto De la Morena como Moreno demostraron que tenían miedo a perder y que a los dos ya les iba bien el reparto de puntos. El Mallorca nunca se sintió cómodo en un campo estrecho, con muy pocos espacios y en el que se hacía muy difícil maniobrar. Por su parte, el Atlético Baleares se mostró más ambicioso durante la mayor parte del primer periodo, pero sin crear peligro sobre la portería de Reina. Los jugadores se fueron al descanso con empate sin goles, y todo hacía pensar que si no se producía un giro espectacular, ese sería el resultado al final del partido.

Hasta que se llegó al minuto 51, cuando Gerard Oliva vio la doble amarilla que dejó a los locales con diez. Parecía que había llegado el momento del Mallorca, con uno más sobre el terreno de juego, pero la superioridad numérica no se ha reflejado sobre el terreno de juego. Es verdad que los rojillos han pasado a tener el control del balón, pero sin llegar con claridad al área de Aulestia. Serrano ha sustituido al lesionado Pedraza en el minuto 58 y no ha sido hasta el 72 cuando Moreno ha dado entrada a Bryan Reina por Pol y, cinco minutos después, a Álex López por un desacertado Cedric.

Así se ha llegado al final del partido, con un Atlético Baleares que no ha sufrido, y hasta ha disfrutado de alguna ocasión más que el Mallorca, y un equipo rojillo que ha decepcionado, por su pobre juego y porque no se le ha visto con la intención de ir a por el partido, sobre todo cuando ha jugado con superioridad. El derbi más esperado acaba en tablas, justas por los méritos de uno y otro equipo.