Una primera parte soporífera y una segunda mitad trepidante. El estadio municipal de Santa Eulària vivió ayer un choque bipolar, pero no uno cualquiera.

El primer derbi pitiuso de la historia fue una función de dos actos, en la que el Formentera sacó petroleo gracias a un solitario gol extremo murciano Adrián Riera en el minuto 77 cuando más sufrían los de Tito García Sanjuán. Un zurdazo desde la frontal del área que tumbó en la lona a una Peña Deportiva que estaba acorralando a su rival en el segundo tiempo y que cosechó, sin merecerlo, la primera derrota de la temporada.