"No me preocupa ni me hace una súper especial ilusión ser número en Wimbledon", aseguró ayer Rafel Nadal en el Club de Tenis de Santa Ponça, en donde ayer realizó uno de sus últimos entrenamientos antes de viajar a Londres para disputar el tercer Grand Slam de la temporada.

El manacorí puede salir de Wimbledon en lo más alto del ranking mundial de la ATP y desbancar al británico Andy Murray, actual número uno, si este no hace un buen torneo.

Nadal, número dos en la clasificación ATP, apuntó al suizo Roger Federer (quinto jugador del mundo) como "el máximo favorito, sin lugar a dudas" para ganar la edición de este año del torneo londinense. "Es en esa superficie (hierba) donde Roger (Federer) ha tenido los mayores éxitos de su carrera, y es lógico que sea el máximo favorito", subrayó.

Federer ha ganado 18 títulos de Grand Slam -siete en Londres- y Nadal, con 15 grandes (dos en Wimbledon), le ve como el rival a batir. Más aún después de no haber podido jugar en Queens para descansar tras una gran temporada en tierra batida que culminó con su décimo Roland Garros, según explicó el mallorquín: "Aquí (en la hierba de Santa Ponça) he entrenado muy bien. Es difícil hacer una buena pista de hierba en condiciones y lo han conseguido. Ha sido positivo buscar sensaciones en hierba y entrenar de manera intensa, aunque, evidentemente, me hubiese gustado más jugar en Queens, según mi modo personal de ver el tenis".

"Llevo una serie de años en los que no he podido competir bien sobre hierba y eso es un hándicap, una desventaja ante jugadores que sí lo han hecho. Ojalá aguante bien. Los primeros partidos serán muy importantes, porque es muy importante ser competitivo desde el primer día en una superficie que para todos es muy especial", agregó el manacorí, quien no se ve con muchas opciones de legar lejos: "No es suficiente el nivel al que estoy ahora para competir como quiero en Londres".

Tras incidir en que esta semana "ha sido positiva" en su preparación, Nadal aseguró que está "bien". "Tranquilo estoy siempre. Soy consciente de que las rodillas me han limitado mucho en hierba los últimos años y me han impedido competir a un nivel óptimo, lo he hecho mermado", aseveró. "Ahora he hecho una adaptación normal, sin forzar, ya veremos cuando venga la exigencia cómo aguanta todo. Después los resultados dependerán de muchas cosas, pero al menos se trata de poder entrenar y competir con normalidad", concluyó.

El manacorí tiene previsto entrenar hoy por última vez en la sede del Mallorca Open femenino y después viajar a Londres. Ayer se ejercitó junto a su equipo técnico, encabezado por su tío y entrenador, Toni Nadal, y del que también forma parte el extenista mallorquín Carlos Moyá.