A Jorge Lorenzo se le atragantaron, con su Ducati, las dos sesiones de series libres de la jornada de ayer de entrenamientos para el Gran Premio de Holanda de MotoGP, que se disputa este fin de semana en el circuito de Assen.

Tras sufrir una caída en la matinal, sin consecuencias, por una mancha de aceite que dejó una rotura de la Ducati de su compañero Andrea Dovizioso, el mallorquín fue uno de los pilotos a los que más se vio sufrir en pista.

Por la tarde mejoró para pasar de la vigésimo primera a la decimocuarta plaza en la vuelta final, en la que intentó arañar algunas décimas a su mejor tiempo y si bien logró ese objetivo en realidad no le sirvió para mejorar nada en la clasificación. Terminó decimocuarto porque en esa vuelta final Aleix Espargaró situó su Aprilia RS-GP por delante de él.

Para olvidar

De esta forma, en otro día para olvidar, el triple campeón mundial mallorquín de MotoGP marcó el decimocuarto mejor tiempo (1:34.523), lejos del 1:33.130 con el que Maverick Viñales y su Yamaha despidieron el día al frente de la clasificación, marcando importantes diferencias sobre el resto de aspirantes al Mundial.

El alemán Jonas Folger, con una Yamaha no oficial terminó segundo (1:33.497), mientras Marc Márquez (1:33.782) resistió desde la tercera plaza con su Repsol-Honda. El italiano Andrea Dovizioso, compañero de escudería de Lorenzo en Ducati y vencedor de los dos últimos grandes premios disputados, parece continuar por el "buen camino", aunque su cuarta plaza de ayer, a algo más de seis décimas de segundo de Viñales (1:33.790) parece indicar que le queda trabajo por hacer en Assen.

Joan Mir, el otro mallorquín del Mundial, disfrutó de una jornada mucho más positiva que la de Jorge Lorenzo. El palmesano concluyó tercero en la categoría de Moto3 participando en una exhibición de los pilotos españoles. Jorge Martín fue el más rápido (1:42.414) por delante de Arón Canet (1:42.593) y Joan Mir (1:42.919). Los tres con Honda, fueron los dominadores de la segunda y última sesión del día, que se vio acortada en algunos minutos por lluvia. Lo justo para que los dos minutos finales de Moto3 se quedasen prácticamente en nada, en lugar de ser la pelea habitual por arañar milésimas.