Un incendio, del que al cierre de esta edición se desconocía si fue provocado o no, tuvo lugar ayer las oficinas del Estadio Balear. El fuego calcinó varios metros cuadrados del vetusto recinto e incidió en el estado de abandono en el que está desde que en el año 2013 fue de precintado por el Ajuntament de Palma por mal estado. A primera hora de la tarde los servicios de emergencia de Palma recibieron varios avisos de personas que veían cómo salía humo del que fue estadio el histórico del Atlético Baleares. Rápidamente varias dotaciones de bomberos, policía local y nacional y una ambulancia acudieron al campo sito en la Vía de Cintura.

Durante más de una hora sofocaron el incendio declarado en la tribuna cubierta con más problemas de los esperados debido al estado de abandono que sufre esta instalación desde hace varios años. No se produjeron heridos ya que el recinto está cerrado y no habita y lo frecuenta nadie. No obstante, no se descarta que alguien sin techo pueda vivir allí al aprovechar su total abandono. La llamas calcinaron las paredes y el techo, además de destruir el material de oficina que quedó allí.

Este incendio incide aún más en el estado de abandono de esta instalación y pide a gritos una solución para evitar que este histórico estadio pueda acabar en estado de ruina, como sucedió con el campo Lluís Sitjar.

El principal problema radica que al ser de titularidad privada las instituciones públicas tienen poco margen de maniobrabilidad. Al respecto, hace dos semanas la Procampo, asociación que reúne a los 666 propietarios del Estadio Balear, cedió sus acciones a la Fundació Atlètic Balears para que pueda gestionar libremente con el consistorio palmesano las distintas actuaciones a realizar para adecuar este estadio, para que en un corto periodo de tiempo la primera plantilla del Atlético Baleares pueda jugar allí.

El coste de la reforma se cifra en unos tres millones de euros. Dos de ellos los subvencionaría el club, junto con la Fundació, y el otro se pretende que lo aporte el Ajuntament de Palma.

Ambas partes negocian pero se intuye inviable que Cort pueda invertir tanto dinero a un recinto privado. La otra posibilidad es ceder el campo al Ajuntament y que la institución se encargue de su adecuación y explotación.