La triunfal y fabulosa historia de Trébol y Biel Pou en el 'Kymi Gran Prix' del hipódromo de Kouvola no les permitió subir al podio de la clásica finlandesa coincidiendo con su tercera participación en ella. Una carrera, en la que tras haber ganado sus dos anteriores ediciones, en la de ayer, la vigésima de la prueba, se tuvieron que conformar con la octava plaza, sin demostrar el campeón nacional ser capaz de acelerar en el tramo final, tras quedar incluso descolgado en su primer tramo.

La salida por el octavo carril, con el ocho, instalado por todo el exterior, no favoreció tampoco el concurso de Trébol. Igualmente que el competir por primera vez sobre un piso seco, tras haber ganado los dos años anteriores sobre una pista embarrada.

Trébol cruzó la línea de meta en octava posición, apuntándose un promedio kilométrico de 1:11'8 minutos sobre un recorrido de 2.100 metros. El mismo crono con el que ganó sobre el barro la edición del 2015 y dos décimas más rápido que el de su triunfo del 2017. Una evidencia también de que para el crack ciutadellenc, a sus diez años de edad, también empieza a jugar en su contra lo inevitable, su reloj biológico.

Y es que la juventud marcó en esta ocasión el podio del 'Kymi', con el sueco Carabinieri como claro vencedor, dirigido por Johan Untersteiner, desbordando al favorito Timoko a lo largo de la recta de meta. Y con el cuatro años francés Dreammoko tercero, tras un gran remate final.

El primer parcial en carrera de cabeza de Timoko a un ritmo de 1:06'5 minutos, a dos de Buzz Mearas y empujado por el exterior por el finés Seabiscut, castigó en exceso al reciente vencedor de la 'Elitlopp' sueca. Un Timoko que rodó a 1:10'5 en el segundo parcial, en cuyos últimos metros avanzó Carabinieri para aproximarse a su posición de líder. El tercer parcial de Timoko al frente del pelotón del 'Kymi' se quedó en 1:15'0, mientras que en el cuarto y definitivo, en el que se vio superado por el empuje de Carabinieri, el sueco se lo adjudicó a 1:10'5, y el récord de la clásica: 1:11'0.