Cita a DIARIO de MALLORCA a las 14 horas, pero al final son dos más tarde cuando atiende a este diario en la antesala del restaurante de jugadores. Tras el entrenamiento matinal, Toni Nadal (Manacor, 1961) concede una entrevista a la prensa colombiana. Después almuerza y, posteriormente, reflexiona sobre su última temporada como entrenador de su sobrino, al que dirige desde cuando a los cuatro años empuñó su primera raqueta.

P Nadal ha llegado a semifinales casi sin despeinarse.

R Ha ganado muy fácil todos los partidos, más de lo que esperábamos, salvo la lesión de Carreño, que le imposibilitó seguir.

P Ayer se le preguntaba a Rafel si hubiera preferido estar más en la pista y afrontar un partido exigente.

R ¿Y qué respondió?

P Que nunca se sabrá, que es hablar por hablar.

R Todo es relativo. Si llegas habiendo solventado problemas sabes que los puedes solucionar, pero si llegas habiendo tenido muchos problemas para pasar ronda es porque tu juego no ha sido suficientemente bueno. ¿Qué es lo mejor? Particularmente creo que lo mejor es la forma en que ha llegado porque te da una confianza extra de ver que estás jugando bien.

P ¿Qué partido veremos ante Thiem?

R Un partido muy difícil. En Barcelona y Madrid ganamos pero el de Madrid fue muy complicado. En Roma Rafel llegó sin la chispa necesaria y Thiem salió muy agresivo. Veremos dos estilos de juego no muy diferentes y ya veremos quién lo hace mejor, pero Rafel está bien, con confianza.

PLos entrenadores de tenis también se jubilan.

R Sí, claro, es lo que ahora me toca (ríe).

P ¿Cuál es la jerarquía con la entrada de Moyá? Si permite el símil futbolístico, ¿usted sería Luis Enrique y Moyá, Unzué?

R No creo que esté por encima ni de Carlos ni de Francis Roig. Él hace su trabajo y yo el mío. No he estado nunca por encima de nadie.

P ¿Qué ha aportado Moyá?

R Muchas cosas. Primero, ha transmitido tranquilidad a Rafel, una mentalidad nueva y unos entrenamientos diferentes que le han ido muy bien. Y la experiencia de un exnúmero uno que le ha sido muy positivo.

P ¿El juego de su sobrino cambiará sin usted en el equipo?

R Es evidente que no. Es que el juego de Rafel no lo he construido yo. Rafel tiene unas características de entendimiento del mundo del deporte a las que me tuve que adaptar. Particularmente no me gusta el golpe por encima del hombro. Pero entiendo que le ha ido bien. En el proceso de aprendizaje, cuando Rafel era pequeño y yo podía marcar una línea, me basé en sus características, un chico impetuoso, disciplinado, con una coordinación un poco extraña. Y pensé a qué tipo de juego se podía parecer. Pensé entre Connors y Muster. El primero jugaba más plano y con mucha intensidad y el segundo más liftado. Intenté que fuera un poco más agresivo que Muster, pero el que definió su estilo de juego fue Rafel con sus características, no yo.

P ¿Le costó mucho convencer a Moyá?

R No. Le gustó la propuesta, el proyecto, y a él también le ha permitido entrenar a uno de los mejores jugadores de la historia. Creo que ha sido un acierto.

P ¿A la hora de decidir su retirada han influido más sus ganas de trabajar en la Academia o el cansancio por tantos años de viajes?

R Creo que puedo aportar más en la Academia de Manacor y considero que Rafel está perfectamente atendido con Carlos, con las ganas con que entrena cada día. Y es verdad que llevo muchos años, y creo que es una buena decisión para mí, para Rafel y para todos.

P ¿Rafel entendió su decisión?

R La verdad es que no hemos hablado mucho del tema.

P ¿Pero sabe si ha tenido un disgusto?

R (Ríe). No creo que haya tenido un disgusto.

P Más que nada por la cantidad de años que hace que trabajan juntos, y porque son familia.

R Yo seguiré en la Academia y seguiré estando. Hubiera entendido que se hubiera disgustado si me hubiese ido con otro jugador, pero yo dejo de entrenar con él para estar en la Academia.

P Queda demostrado que si su sobrino se encuentra bien de salud es capaz de aspirar a todos los títulos.

R Sí. Muchas veces me preguntaban si Rafel volvería a ser el mismo de siempre. El año pasado en buenas condiciones compitió muy poco tiempo, y hasta el Masters, que decidió no jugarlo, hubiera acabado el octavo sin competir mucho tiempo. Llega un punto en que los problemas físicos, cuando tienes muchos, acabas que tienes más problemas de lo normal.

P ¿Cómo explica lo sucedido en Roma? Thiem gana a Nadal, Djokovic arrolla a Thiem y el serbio pierde la final ante Zverev.

R Thiem juega muy bien contra Rafel al jugar más agresivo. Llegó al límite tras ganar en Montecarlo, Barcelona y Madrid. Thiem acusa el esfuerzo ante Djokovic, aunque el resultado de 6/1, 6/0 es un poco inexplicable porque ´Nole´ no estaba jugando tan bien. Y la derrota de Djokovic ante Zverev también es un poco extraña porque parecía una final asequible.

P ¿Cómo explica la resurrección de Federer?

R Es otro caso. No se había ido, está jugando bien. Cambia su sistema de juego, más agresivo, lo que le facilita jugar con poco desgaste físico. Djokovic y Murray no están en su mejor momento a principio de año y las cosas le salen bien, entre otras cosas porque es un gran campeón, uno de los mejores de la historia, si no el mejor.

P ¿La victoria sobre Djokovic en las semifinales de Madrid, tras siete derrotas consecutivas, ha supuesto un punto de inflexión?

R No. Supuso quitarte una espina, pero no un punto de inflexión. Rafel había ganado en Montecarlo y Barcelona con un buen juego. Fue una buena victoria, pero no un punto de inflexión.

P¿Llega uno a ver fantasmas después de siete derrotas consecutivas, o piensas que ya llegará mi oportunidad?

R Sabes que estás jugando mal y que cuando vuelvas a jugar bien llegarán las opciones de victoria.

P Thiem lidera a los nuevos tenistas que despuntan.

R Zverev, Thiem y Kyrgios son los tres mejores jóvenes. Kyrgios tiene un gran potencial, sobre todo en pista rápida, que es capaz de ganar a cualquiera, pero tiene algún problemita. El más serio de todos parece Thiem, es el que está más asentado, y prueba de ello los resultados que presenta. Es el tercero de la Race, y ya veremos quién despunta.

P ¿Con el paso de los años se asimilan mejor las derrotas, se relativiza todo un poco más?

R Al final las entiendes, pierdes porque en la competición hay victorias y derrotas. Sabes que cada derrota es una oportunidad perdida, pero demuestra lo que eres al final.

P Si le hicieran elegir un título con el que quedarse ¿cuál sería, el primer Roland Garros, el Wimbledon de 2008?

R Si me tuviera que quedar con dos sería el primer Roland Garros y el primer Wimbledon, pero todos han sido muy importantes y he pasado mucho gusto en conseguirlos.

P A lo mejor el título que elegiría es el que está por venir.

R Sí, ahora es el más importante porque los conseguidos ya solo son recuerdos.

P¿Y la derrota que más le ha escocido? Ha habido unas cuantas traumáticas.

RLa encajada ante Djokovic en Australia en 2012 tras cinco sets y seis horas de partido.

P Si hace quince años le dicen que ganaría todo lo que ha ganado, ¿se lo hubiera creído?

R No, bajo ningún concepto. Cuando ganó el primer RolandGarros pensábamos que ya habíamos logrado el objetivo, pero ganas el segundo, el tercero y así hasta el noveno.

P Diez Roland Garros parece el título de una película de ciencia ficción. Era inimaginable que alguier pudiera lograr esa cifra.

R De momento tiene nueve, y de nueve a diez hay un once por ciento de diferencia, por lo que no te cambia mucho la vida. Ni nueve ni diez, la vida sigue igual.

P ¿Hasta cuándo ve jugando a Rafel?

R Su nivel de juego le permitirá jugar bastante tiempo, después dependerá de si le aguanta el físico y se vea competitivo.

P Aunque ha ganado dos veces en cinco finales, ¿Wimbledon empieza a ser para su sobrino como Roland Garros para Roger Federer?

R Rafel ha tenido en los últimos años muchos problemas de rodilla, lo que pasa que la gente no lo sabe o no lo quiere ver. En Wimbledon no puedes jugar con problemas de rodillas porque te has de agachar mucho, pero confío en que si no tiene problemas este año tenga opciones.