Carlos Moyá responde al otro lado de la pista tres a los golpes que le llegan de Nadal, y hasta se gana algún aplauso del numeroso público que no se quiere perder ningún detalle de las andanzas de Nadal, demostrando que quien tuvo, retuvo.

Al final del entrenamiento de dos horas, el exnúmero uno expone de manera meteórica sus sentimientos ante lo que es su primera final como miembro del cuerpo técnico de Nadal. "Más que a un jugador veo a un amigo en la final. No sé decir si la posibilidad de ganar el título diez es especial, pero sí simbólico porque es un número redondo".

El excapitán de Copa Davis ve a Nadal "preparado, a un altísimo nivel para el gran objetivo de este año". Wawrinka es un jugador parecido a Thiem, muy agresivos los dos, yo diría que más que Thiem", dice a la vez que espera un partido muy complicado si el suizo juega al nivel que demostró en la semifinal contra Murray. "Wawrinka es un jugador diferente al de hace unos años. Ha mejorado en todo con los años y eso le convierte en un rival muy peligroso. Rafel tendrá que dar lo mejor de sí para ganar", concluye, antes de partir hacia una ducha reparadora acosado por los muchos aficionados que le reclaman un autógrafo, como en sus inicios en el tenis profesional. La 'moyamanía' no queda tan lejos.