"Nadal solo puede haber uno en siglos". Lo dice todo un referente del tenis español en la década de los ochenta, Emilio Sánchez Vicario, que junto a su inseparable Sergio Casal, con el que se adjudicó el US Open de 1988 y Roland Garros dos años después, recibió ayer un premio por su contribución en los últimos veinte años al desarrollo del tenis a través de su academia.

El mayor de la saga de los Sánchez Vicario, que alcanzó los cuartos de final en París en categoría individual, considera que a Nadal "se le ha de tomar como espejo". "La manera de crear hábitos, no solo en la pistacon la colocación de las botellas y en su obsesión porque todo esté en orden, sino en la forma cómo prepara los partidos. El número uno en crear hábitos es Nadal", reflexiona Sánchez Vicario, que lleva la voz cantante en la rueda de prensa celebrada en la coqueta sala 2 de la Phillip Chatrier junto a un Casal que interviene a cuentagotas.

"La gran diferencia está en la cabeza. Has de ser casi perfecto para estar entre los mejores. En los últimos diez años, la media de entrada en el ´top-100´ es de 23 años. Los casos de Nadal o Chang, que irrumpieron entre los mejores con apenas 17, son esporádicos", apunta Sánchez Vicario. Como director de la Academia junto a Casal y por la experiencia de sus 20 años entre Estados Unidos y España formando jugadores -de su escuela han surgido Murray, Müller, Dimitrov y Gasibashvili, entre otros-, considera un error de muchos padres apuntar a sus hijos en la Academia con el objetivo de que llegue a alcanzar el número uno. "El niño viene con el sueño de ser número uno, pero sobre todo les dices que no deje los estudios. Al poco tiempo, tanto a los chavales como a los padres hay que contarles la realidad, y decirles que Nadal y Federer solo hay uno. Solo hablamos de los diez primeros, pero estar entre los 50 o cien primeros es muy difícil".

Tanto Emilio como Sergio se sienten orgullosos de hasta dónde ha llegado Andy Murray, actual número uno. "Estuvo con nosotros de los 15 a los 18 años. Ha sido el jugador post academia que más lejos ha llegado. La forma como le da a la pelota viene de la escuela española", remarca Casal con un punto de satisfacción.

Ambos califican de pequeño milagro que el tenis español siga entre los mejores del mundo, pese a que ahora aparece un vacío entre la generación de Bautista, Ramos y Carreño, y el resto. "Para que nos hagamos una idea de hasta dónde hemos llegado es que Estados Unidos, que solo para el US Open cuenta con un presupuesto de 300 millones de dólares, a duras penas tiene a Sock y Johnson entre los quince primeros. Tras Agassi, Sampras y Courier hubo un bajón de tres generaciones. España es el mayor productor de jugadores en los últimos 25 años con un presupuesto de la Federación Española de solo seis millones. Italia y Francia cuentan con 30.000 pistas de tenis, Alemania 25.000. España solo dispone de 5.000. Es como un milagro", resume Sánchez Vicario.

De vuelta a Nadal, ambos coinciden en resaltar la fortaleza mental del tenista de Manacor. "Es un privilegiado de cabeza. Vive de la victoria. Es tan perfecto en la preparación de los partidos que en la pista vive de ello. Con 5-0 y 40-0 sigue igual de concentrado que si el partido estuviera igualado. Si mantiene esta mentalidad jugará hasta que quiera. Lo que le convierte en diferente es la mentalidad. En los dos últimos años, en los que por diferentes motivos no ha estado a su nivel, ha tenido la fuerza para volver, y eso es lo que le hace diferente", concluyen.