“Los padres deberían firmar un código ético donde se comprometan a tener un comportamiento adecuado y en caso de no cumplirlo, pensar en un tipo de sanción que no perjudique a sus hijos”. Esa es la principal conclusión a la que ha llegado la Oficina de Defensa de Derechos del Menor en la reunión que ha mantenido con el Departamento de Deporte del Consell Insular, a tenor de los hechos acontecidos el pasado 19 de marzo en la batalla campal en el campo del Alaró.

Ambas instituciones se han reunido en busca de una solución “legislativa” para castigar los comportamientos irresponsables de los padres de menores en el deporte balear. Al parecer, las medidas disciplinarias tomadas por las directivas de ambos clubs -el Alaró retiró de la competición a su equipo infantil y el Collerense expulsó a dos de los niños-, no han sido del agrado del director de la Oficina de Derechos del Menor, que considera a los chavales víctimas de los actos de sus padres: “No se pueden imponer sanciones de expulsión a padres de clubs que impliquen, necesariamente, la expulsión de sus hijos”, ha señalado Serafín Carballo.

“Es necesario revisar algunas prácticas que en estos momentos se hacen desde las federaciones y que no contemplan el impacto que sus decisiones tienen sobre los niños. Tenemos que buscar soluciones que permitan la reparación de los daños que pueden hacer los padres con comportamientos irresponsables pero que no perjudiquen a los niños que tienen el derecho a practicar deporte”, ha explicado el director de los Derechos del Menor.

Como fruto de la reunión mantenida esta mañana, ambas instituciones pretenden “adaptar la ley balear del deporte, incorporando aspectos que puedan prevenir estas situaciones”, así como “aprovechar que la nueva ley integral de derechos de defensa del menor, que se encuentra en fase de elaboración, incorpore también los derechos en el ámbito deportivo”, ha resumido Carballo tras la reunión mantenida con Francesc Miralles, consejero ejecutivo del Departamento de Cultura, Patrimonio y Deporte, y Marga Portells, directora insular de Deportes.

El propio Miralles se se ha mostrado autocrítico con las medidas de sensibilización que mantiene la Conselleria con los distintos clubs de la isla: “Queda claro que la parte formativa y sensibilizadora que practicamos desde el Consell insular, con los programas de fomento del valores en el deporte, se quedan cortos y por tanto hay que dar un paso adelante junto a la Oficina del Menor”.