Emoción, goles, expulsiones y un ambiente extraordinario para un partido que reunió todo lo que debe tener un gran espectáculo deportivo. El partido entre el Palma Futsal y el Barcelona Lassa acabó con empate a un gol pero hubiese podido finalizar con cualquier otro marcador después de la retahíla que ambos equipos tuvieron durante todo el partido. Los mallorquines volvieron a plantar cara al conjunto azulgrana y solo el despiste en el comienzo del partido les privó del triunfo.

Cuando los colegiados pitaron el comienzo del partido saltó el primer susto. El del gol de Ferrao que llegó en un despiste local cuando algunos todavía tomaban asiento. El inicio del partido penalizó en exceso al equipo mallorquín que ya no pudo darle la vuelta al marcador pese a contar con numerosas acciones para ello y solo pudo salvar un empate en los minutos finales.

Barrón sacó el traje de luces para exhibir su nivel bajo palos y salvar a su equipo de más goles con ocasiones claras del rival. Solo Ferrao fue capaz de marcarle cuando pilló en frío al equipo. Una vez que la maquinaria se puso en marcha, Barrón fue pieza clave en el engranaje palmesano. Como lo fue Juanjo, portero del Barcelona, que fue titular en Son Moix. El meta estuvo al mismo nivel de Barrón siendo los dos grandes protagonistas hasta el final del partido. Ferrao, Joselito, Adolfo, todos se toparon con Barrón. Paradynski, Maico, Tomaz y Joselito se toparon con Juanjo. Los porteros explican el por qué un partido con una cantidad ingente de ocasiones solo acaba con dos goles.

El Palma Futsal fue otro tras los minutos iniciales y mejoró con el paso del tiempo aumentando la presión sobre el rival y sin dejar que el Barcelona encontrase su juego. Los azulgranas estuvieron incómodos durante todo el partido y se van otro año sin ganar en Son Moix. Adolfo tuvo una ocasión muy clara para marcar el segundo en un mano a mano que Barrón salvó de forma providencial. El meta, además, paró un penalti a Ferrao antes del descanso.

La versión del Palma Futsal tras el descanso fue la mejor. Transiciones rápidas, juego y encarar al rival buscando un empate que se resistía. Ofensiva sin perder de cara la retaguardia para evitar que culminasen con éxito los contragolpes del rival. El guion no se movió y las ocasiones se mantuvieron con Juanjo y Barrón apoderándose de los papeles protagonistas. Paradynski y Joselito tuvieron las acciones más claras pero no tuvieron éxito. Hasta que los colegiados se metieron de lleno en el partido con dos decisiones que crearon polémica. Expulsaron a Tolrà con roja directa porque entendieron que agredió a Paradynski y señalaron un doble penalti. Tras el tiempo muerto y cuando los jugadores volvían a la pista expulsaron a Paradynski al mostrarle la segunda amarilla por hablar con Adolfo. La decisión fue muy criticada en la grada ya que privaba al Palma Futsal de contar con ventaja en la pista. Juanjo paró el doble penalti a Eloy Rojas y Chicho marcó el rechace. El gol hacía justicia.