El comité de competición de la Federació de Futbol de les Illes Balears impuso ayer medidas cautelares en su primera reunión para abordar la batalla campal vivida el pasado domingo en el transcurso del partido Alaró-Collerense de categoría infantil. Las medidas más significativas adoptadas, que se antojan leves por la gravedad de lo sucedido y por la trascendencia de los hechos, son la clausura de los dos campos, Alaró y Collerense, suspender por un mes al delegado local, y siete encuentros al jugador número once alaroner. Asimismo, ambos clubes afrontan una multa de 1.500 euros cada uno.

Competición espera aún recabar toda la información posible de los incidentes y las alegaciones de los dos clubes y el informe arbitral, pero se esperaba más contundencia. La clausura afecta solo a la categoría infantil. Al Alaró ya no le perjudica, ya que acordó retirar a su equipo de la competición oficial. Sí al Collerense. De este modo, el partido que se tenía que disputar este próximo fin de semana entre el equipo rojillo y el Sant Francisco queda suspendido a la espera de que el club del Coll designe nuevo terreno de juego.

Competición entiende una vez analizadas las actuaciones que los hechos podrían ser constitutivos de una infracción muy grave, ya que se advierten "unos incidentes de público de violencia excepcional colectiva con riesgo de integridad física para los intervinientes en el juego".

Por este motivo y al ser una categoría de fútbol base, la Federación urge que se ponga en conocimiento de la Oficina de Defensa del Menor de Balears toda la información de la que dispone para evaluar "el daño sufrido por los menores al ser testigos directos del comportamiento de sus progenitores, y acuerden las medidas correctoras procedentes".

Se da el partido por finalizado con el triunfo del Collerense por 1-2 ya que el competición considera que no es viable jugar los minutos que quedaban para "evitar causar a los jugadores una situación no recomendable, con posibles daños emocionales".

En cuanto a las sanciones a título individual, se ha suspendido con un mes y dos partidos al delegado de Alaró, Vicente Ferrer, "por incumplimiento de funciones por la desatención y menosprecio al árbitro"; siete encuentros al jugador local dorsal número once; dos al entrenador local Bartolomé Roig "por menosprecio y por no abandono del terreno de juego una vez expulsado".

En relación a la intervención del jugador dorsal número cuatro del Alaró y al no constar en acta, se acuerda abrir información. Competición volverá a reunirse el miércoles.