En uno de los peores partidos de la temporada, el Atlético Baleares cayó de forma clara y abultada en el Antonio Puchades. El Valencia Mestalla fue un ciclón que los palmesanos no pudieron contener. Ya en la primera mitad quedó sentenciado el partido ante la nula respuesta defensiva de los pupilos de Christian Ziege.

El Valencia Mestalla fue el primero en crear peligro, en un lanzamiento lejano de Nacho Vidal que atrapó Aulestia. El filial tomó la responsabilidad y fue el dueño del balón en los primeros compases del encuentro. No tardó en responder el Atlético Baleares y Guasp puso a prueba a Sivera.

Pero los valencianos no dejaron escapar su segunda oportunidad clara de ataque. Rafa Mir consiguió abrir el marcador tras recibir la asistencia de Jordi Sánchez. Se le ponía cuesta arriba el partido al Baleares, pero no se vino abajo; incluso, en el minuto 22 Rubén Jurado tuvo a su alcance el empate.

No fue así y antes de la media hora llegó una jugada clave, al ver Fullana la segunda cartulina amarilla en apenas dos minutos. No renunció al ataque el Baleares y Becchio pudo empatar poco después, pero el Mestalla aprovechó su superioridad numérica para ampliar el marcador por medio de Aridai a dos minutos para el descanso. Fue la sentencia.

En la segunda mitad, el Atlético Baleares, tras una decepcionante primera mitad, arriesgó más en ataque. Desde el principio buscó un gol que le metiera de nuevo en el partido, pero no hubo claridad ni acierto y fueron los locales los que dispusieron de las ocasiones más claras. El Valencia Mestalla siguió insistiendo; mientras, el equipo mallorquín no daba señales de vida en ataque.

Y tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió. Jordi Sánchez marcó en el 69 el 3-0. Y en pleno festival valenciano llegó el cuarto gol, obra del mismo jugador. El enfrentamiento ya estaba más que sentenciado y la 'manita' se veía venir; la firmó el lateral Nacho Vidal. Y con el tiempo cumplido, Rafa Mir, que hizo un gran encuentro, pudo hacer el sexto, pero la defensa balearica taponó su disparo para evitar una auténtica catástrofe en un duelo que el Atlético Baleares había considerado esta semana decisivo para seguir manteniendo opciones de alcanzar la zona de play-off.