El Mallorca suele espabilar cuando está a punto de tocar fondo. Es lo que nos ha enseñado en estas cuatro temporadas en Segunda: se precipita al vacío y remonta cuando está a punto de hacerse picadillo contra el suelo. Típico de un equipo torturado como este, condenado a remar contracorriente una temporada tras otra. Nada más, solo superar ‘finales’ y sobrevivir hasta la siguiente campaña. Así que el Mallorca tumbó al Rayo finiquitando el estado de alarma que se había decretado. Este triunfo también tiene detractores -el equipo se tumbó a la bartola con el 2-0- pero lo único que importa es la clasificación. Quedan diecisiete jornadas agónicas, con suerte algunas menos, pero tengan la certeza de que ésta es otra temporada tirada a la basura.
‘American way’
La flema de los propietarios norteamericanos no tiene parangón. Andy Kohlberg llegó el viernes a Mallorca en plena tormenta deportiva y económica.¿Hay planeadas reuniones de urgencia? ¿Se van a tomar decidiones estratégicas? No. Solo alguna excursión por la isla y un viaje a Italia.
Una reflexión
El caso Zozulya ha servido para exponer el dilema moral de si un futbolista de ideología nazi puede o debe ser vetado en según qué plazas. Es uno de esos debates con aristas y prolífico en salidas de tono de unos y otros, pero resulta agradable comprobar que todavía queda alguna afición que mira más allá de una pelota de fútbol. Los Bukaneros, grupo de izquierda radical, han ganado la batalla contra el futbolista ucraniano, que no jugará en el Rayo. Pero sobre todo han demostrado que, aunque sea excepcionalmente, los hinchas están para algo más que para pagar el abono y callar. Tiene hasta un punto de romanticismo que alguien se salga de la norma en este bazar en el que Javier Tebas ha convertido el fútbol y en el que todo se compra y se vende con la aquiescencia de una afición que no pinta absolutamente nada.
tebas vuelve a hacerlo
Se puede discutir si los Bukaneros o cualquier otro grupo tienen legitimidad para vetar a un futbolista por su ideología, por repugnante que sea. Lo que es indiscutible es que el amo del chiringuito, Javier Tebas, ha vuelto a retratarse. “En el Rayo no quieren nazis. ¿Y si mañana en otro equipo no quieren homosexuales?”, se preguntó el presidente de la Liga en una de esas manifestaciones que en cualquier país normal serían sinónimo de dimisión. No aquí, donde la inmensa mayoría de los los clubes, incluido el Real Mallorca, le votan servilmente. También se han puesto a la altura del barro los jugadores del Betis saliendo al campo con camisetas en las que leía “Todos somos Zozulya”. Futbolistas. Nada nuevo por parte del colectivo más gregario y adocenado del mundo.
Una decisión honesta
Toni Nadal cree llegado el momento de dejar a su sobrino porque atisba el fin de un largo ciclo. Es una decisión dolorosa y no todo el mundo es capaz de reunir la honestidad suficiente para admitir que tiene que echarse a un lado. La aparición de Carlos Moyá en la primera línea ha precipitado una determinación que ya debía llevar incubando largo tiempo. Han sido tres lustros cargados de éxitos y buen trabajo, así que puede irse con la conciencia muy tranquila.
Otra vez las infraestructuras
Al IME se le acumulan los problemas. Ahora toca cerrar las piscinas exteriores de Son Hugo en pleno verano para hacer obras. O Palma es gafe en materia de infraestructuras deportivas, o en el Ayuntamiento hay mucha improvisación. O algo peor.
