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Entrevista

Sebastián Álvaro: "La muerte de Tolo Calafat en buena medida se podría haber evitado"

"En Mallorca echo en falta más conciencia medioambiental", lamenta el profesional 'jubilado' por el ERE de TVE

Sebastián Álvaro ante dos de las fotografías de su exposición en Son Rapinya. Manu Mielniezuk

Sebastián Álvaro expone desde ayer en Palma, en Son Rapinya, en la sede de la B the Travel Brand X. El periodista aventurero por excelencia recala en Mallorca con una selecta muestra del millón largo de fotografías de sus más de 225 documentales realizados a lo largo de unos 160 viajes que le han llevado al frente del equipo de 'Al Filo de lo Imposible'. Una labor de riego que le ha llevado a ver la muerte de cerca hasta en siete ocasiones y a perder a unos 20 compañeros. "Para contar historias extraordinarias hay que vivir una vida extraordinaria", defiende en su particular presentación de 'El Mundo en el fin del Mundo'.

-Transmite la sensación de que disfruta más de contar sus aventuras que de vivirlas.

-No es así. Qué va, me lo he pasado muy bien con mis viajes y también hay muchas cosas que no puedo contar. He tenido una vida plena de alegrías, pero también tristezas. Y las tristezas en 'Al Filo' fueron muy gordas, muy feas. Son desgracias de compañeros que he perdido, accidentes. De malas cosas, pero en general estoy satisfecho de la vida que he llevado. Y vivir es lo más importante y lo más maravilloso.

-Su currículum profesional es tan admirable al cómo describe y disfruta con los preparativos de sus expediciones.

-Porque así tiene que ser. La aventura se vive desde el mismo momento que empiezas a pensar en ella. Y los mejores momentos es cuando está caliente tu imaginación y te reúnes con cuatro amigos y te planteas con ellos dónde quieres ir. Es lo mejor.

-¿En cuántas ocasiones ha visitado y trabajado en Mallorca?

-Esta vez me quedó con la ganas de dar un paseo y subir a la Serra de Tramuntana. He filmado cuevas en Mallorca varias veces y también escaladas de psicobloc en acantilados, para programas de Televisión Española. En total unas tres veces. Mallorca dispone de un paisaje que en general es maravilloso, aunque echo en falta más conciencia medioambiental. Y es que a veces la gente que más cerca tiene nuestros paraísos no les da importancia y, sin embargo, tenemos uno de los paisajes, fauna y biodiveridad más hermosa de Europa pese a la mucha urbanización, que nos ha dejado muchos paisaje perdidos. La gente debería sea consciente de que debemos protegerlos más.

-En el caso de Mallorca, con la Serrra de Tramuntana, es Patrimonio de la Humanidad y cada vez se limita más la organización de actividades sobre ella.

-Todo eso está muy bien, pero me gustaría ir más allá. Es decir, que las medidas conservacionistas que se dicten, y que hay que imponer, deben transformarse en cultura profunda de la gente. No se tiene que dejar de ensuciar la calle porque hay barrenderos, si no porque debemos tener en nuestra conciencia simplemente que no se debe ensuciar. Con el medioambiente tiene que ser igual. Hay que protegerlo porque es nuestro principal patrimonio y hay que dejárselo en buenas condiciones a nuestros hijos. Eso marca el grado de civilización de una sociedad, ya que cuando más conciencia medioambiental tengamos, y educativa para la gente, mejor nos va a ir. Y además va a redundar en todo. Especialmente en positivo para los que vivimos del paisaje, de conservar la naturaleza, como requiere el caso de de auténticas maravillas de la naturaleza, como ocurre con la Serra de Tramuntana.

-Uno de los grandes aventureros mallorquines de los últimos tiempos, como fue Tolo Calafat, se dejó la vida en el Annapurna.

-Lo que le sucedió a Tolo me dejó un muy mal recuerdo y sensaciones amargas, muy amargas. Como me ocurre siempre cuando muere un alpinista. Prácticamente estuve siguiendo su caso en directo para la radio, para la Ser. Me pareció una desgracia, que yo creo que en buena medida se podría haber evitado, pero estas cosas pasan y......ya está.

-¿A qué se refiere con lo que que se podría haber evitado?

-Siempre he ido a escalar en tipos de montañas como las de los ochomiles con grupos de amigos que comparten la vida y la posibilidad de morir. Y, claro, eso es más caro. Tienes que ir con cinco personas. Si van cinco personas pueden ayudar a una, si van dos o tres es muy difícil que eso ocurra. Todo en ese viaje, en esa expedición, parecía predestinado a que si se producía un accidente difícilmente se iba salir. Y luego la parte más alta (por la cima) estaba muy dura, de frío. Y probablemente, Tolo debería haber bajado antes. No habría hecho cumbre, pero no era importante. Hubiese vuelto a casa y lo habría contado. Ese accidente, como muchos otros, son lecciones para los alpinistas, para aprender.

-¿Considera que faltó solidaridad entre los compañeros de escalada de Tolo Calafat en el descenso del Annapurna?

-No creo que fuese exactamente solidaridad lo que les faltó. La solidaridad se necesita cuando puedes ayudar, cuando estás en disposición de hacerlo y no creo que los compañeros de Tolo estuviesen bajo esa condición cuando él se quedó atrás . Llegaron a la cima con el organismo al límite. Fue un accidente desgraciado y en el que se tuvieron que juntar varias cosas para que Tolo se quedase al final en el Annapurna.

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