Alberto Tous (Palma, 1962) fue el precursor de Carlos Moyá y Rafel Nadal. Llegó a número 52 del mundo, con un puesto todavía más destacado en dobles. Jugó la final junior de Roland Garros contra Henri Leconte, dirigió durante cinco años el Open Mallorca, vigila de cera la progresión de la tenista Dami y se recupera la operación de cadera para seguir luchando entre veteranos.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Le ganaría usted un juego a Rafael Nadal?"

-En tenis, no, pero sí de joven. Si Rafa tuviera mi edad, me atrevería a jugar con él.

-¿Y podría usted entrenar a Nadal?

-Por los conocimientos que tengo, sí, pero está en las mejores manos.

-¿Toni Nadal y Carlos Moyá están condenados a chocar?

-Cada uno juega su papel. Toni ha marcado la línea hasta ahora. La entrada de Carlos es para que Rafa gane confianza en su pensamiento y en su tenis. Cuando has jugado al mismo nivel y lo ves desde fuera, extraes un análisis mejor, te replanteas cómo debiste hacer las cosas, ganas en perspectiva sin el sufrimiento de estar dentro. Puedes motivar.

-Fue usted finalista junior de Roland Garros en 1980, ¿qué pasó después?

-Llegué al dos del mundo en juniors, estuve entre los mejores de España. Faltaron medios y que me arroparan. Éramos aventureros, autodidactos y supervivientes. Yo no tenía entrenador fijo, hoy tienen hasta niñera.

-¿El infierno es jugar contra John McEnroe?

-Fue un placer. McEnroe era el número uno del mundo cuando nos enfrentamos, y tuvo dificultades para ganarme. No era como Rafa, que te hunde con sus garrotazos. El tenis entonces no era humillante, sino más respetuoso y de creación.

-¿Sería usted Nadal si hubiera entrenado tanto como él?

-No, es un personaje único, uno de los mejores de la historia pero no puedo olvidar a Federer o a Sampras, porque tendemos a valorar el presente y cada época es respetable en sí misma

-¿Cuál es el futuro de Nadal?

-En Australia ha mostrado una recuperación completa. El año puede ser brillante si el físico le acompaña. Rafa es ahora mismo mi favorito en Roland Garros, aunque los emergentes no te dan tregua ni un balón de oxígeno. Si pueden, te matan.

-Es usted el mejor jugador mallorquín que no ha sido número uno del mundo.

-Me considero el padre de los que han salido después, el primero que tuvo un nivel internacional. Disputé la Copa Davis, participé en la misma liga en que ellos se mueven y tenemos muy buena relación. Son respetuosos conmigo.

-Con Moyá, creíamos haber tocado techo.

-Rafa ya apuntaba muy lejos. Con quince años se le veían maneras de gran jugador, pero es difícil decir cuánto. Después vino el desarrollo físico, le pega tan fuerte a la bola que te viene muy grande, te dobla la mano. No puedes moverte del fondo.

-¿El Nadal mallorquín que se quedó en la cuneta?

-Para mí, Virginia Peña. La entrené durante un mes y era una niña con grandes posibilidades, pero una lesión de espalda la apartó del tenis.

-¿Quién es la niña prodigio que controla ahora?

-Dami, una mallorquina de catorce años que le pega muy duro a la bola. A ver si puedo organizarme para darle la posibilidad. Es muy joven, con gran presencia, vale la pena. Hoy (el martes) ha jugado en Manacor.

-¿La Academia de Manacor dará otro número uno?

-Con sacar a un jugador para el circuito, ya sería bastante. La Academia es una buena carta de presentación de Mallorca.

-¿El peor enemigo de una promesa es su padre?

-Sin duda, y no solo en el deporte. Les digo que se dediquen a la profesión más dura, ser padre.

-¿La prótesis de cadera es el precio a su carrera?

-Absolutamente, y la otra está en lista de espera. Es la lesión típica que afecta con el paso del tiempo a los profesionales del tenis. El desgaste provoca que el hueso se quede sin colchoneta. Moyá ya tiene cadera, le he dicho que "no te vas a escapar", y probablemente Rafa.

-¿Podría ganarle un juego a usted si los dos empleáramos la izquierda?

-En lo que no sea con la derecha, soy uno más. En cambio, Moyá es ambidiestro y Nadal juega al golf y come con la derecha.

-¿El dobles es la mitad de responsabilidad?

-No, te ayuda a compartir en un deporte tremendamente individual, y mejora tu juego porque el dobles es más agresivo y de ataque.

-¿Palma daba para una tienda tan chic como ´Corner´?

-La tienda dio la posibilidad de adquirir cosas punteras. En Mallorca hay gente muy chic, no solo vivimos de los extranjeros. Hace un año y medio que me desvinculé del negocio, lo llevan mis hermanos.

-¿Después del circuito todo parece aburrido?

-No, es volver a empezar. Te das cuenta de que no sabes nada, y el aprendizaje es interesante. Después lo recuerdas como algo maravilloso.