Padres y Federación Balear de golf tienen hoy una cita de calibre para definir las condiciones, el reglamento, con el que deberán desarrollarse los campeonatos de base a partir de ahora. La reunión determinará si el conflicto abierto hace casi un mes va más allá o si finalmente las aguas vuelven a su cauce.

El problema surgió a raíz de la circular 3/17 de la Federación Balear reguladora del circuito juvenil 18 años para esta temporada y de la reclamación presentada por uno de los padres de los jugadores ante la Fiscalía de Menores. La nueva norma impide a los padres el seguimiento completo de la prueba; en realidad, moverse libremente por el campo, según especificaron desde la FBG. De hecho, se establece una zona en la que podrán estar; un espacio que deberá estar delimitado. "Pero no se prohíbe su presencia en el campo", inciden desde la FBG.

Según Juan Carlos Roldós, uno de los progenitores afectados por el cambio del artículo, "el acompañamiento y protección" de los niños. Con dos hijos que participan en las competiciones de la federación, entiende que existe un peligro para los jóvenes que disputan los torneos. En una carta remitida a la Fiscalía de Menores, especifica que en los campeonatos "no hay personal sanitario, que no hay monitores suficientes dada la extensión del campo (unas 40 hectáreas) y los cuatro o cinco lagos para atender a los menores de los posibles riesgos". Además, añade que "nadie se hace responsable de lo que pudiera suceder, que no se sabe la titulación de los monitores ni si tienen antecedentes penales".

"Interesa el amparo de esta Fiscalía a fin de proceder al campo junto a sus hijos o bien se adopten las medidas necesarias para la protección de los menores", expone en su misiva al organismo. "Quiere hacer constar que no es una prueba privada, que es necesario jugarla para poder acceder al Campeonato de España", concluye.

La Fiscalía de Menores no ha realizado aún movimientos oficiales ni preguntado a la Balear, presidida por Bernardino Mulet desde septiembre pasado y a quien algunos padres hacen responsable del cambio en el reglamento. Cabe recordar que la primera prueba del Zonal, que debía disputarse los días 21 y 22 de enero en Son Servera, coincidió con el fin de semana que un temporal azotó Mallorca y obligó a suspender multitud de pruebas deportivas al aire libre.

Pero no sólo ha intervenido la Fiscalía en este asunto. Roldós ha hecho llegar sus quejas, por escrito, al Tribunal Balear del Deporte, a la Conselleria d'Esports del Govern, al Consell de Mallorca y a la Federación Española de Golf (RFEG) -que también ha contactado con la FBG- y el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Entre sus motivos, además de la seguridad, otros de tipo deportivo -como que tampoco se deje estar presente a los entrenadores de los jugadores o cómo se vigilarán las posibles trampas de quienes compiten- y de ámbito personal: "¿Por qué no puedo ver jugar a mis hijos?", se pregunta Roldós.

Tanto él como el resto de padres de jugadores insisten en que no piden nada más que todo se quede como estaba hasta el año pasado, con la norma que obligaba a padres y técnicos a seguir las partidas a una distancia de 50 metros.

Desde la Federación Balear de Golf admite que ha habido un problema de comunicación, pero que el cambio en el reglamento se hace para que los niños sean autónomos en su juego y que puedan tomar sus propias decisiones en el campo (sin tener que estar pendientes de señas o instrucciones de entrenadores o padres).

La territorial ya ha contactado con el Govern balear y el Consell de Mallorca, a los que ha solicitado información por si se comete alguna ilegalidad en la aplicación ed esta norma. En principio, tienen el visto bueno, aunque ambas instituciones han trasladado su consulta a los servicios jurídicos y no habrá confirmación hasta dentro de unos días.

Esta tarde se reunirán las dos partes y la FBG explicará a los padres el porqué de su medida. El objetivo de todos es que haya consenso y se encuentre una solución a un problema que hace tres meses no existía.