Análisis

Para no perdérselo

Ricard Cabot

Tanto si le gusta como si no el tenis, yo de usted no me lo perdería. Porque un Nadal-Federer trasciende lo estrictamente deportivo para convertirse en un fenómeno social que traspasa fronteras. Es la rivalidad con mayúsculas, uno de los acontecimientos más grandes que se pueden presenciar hoy en día. Desde que se vieran por primera vez las caras en 2004 en Miami, hace ya trece años, se han enfrentado en 34 ocasiones en uno de los duelos más repetidos en la historia del tenis y del deporte. Hoy, nuevo capítulo. Y no será el último.

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