Pues sí. El Mallorca de Vázquez es el peor desde el descenso a Segunda en la décima jornada. Diez míseros puntos, números de descenso. Pese a las buenas palabras del entrenador, mejores intenciones y, en los primeros partidos, hasta buen juego, el equipo no acaba de arrancar. Le cuesta un mundo marcar y en defensa también flojea cuando hasta hace nada era la línea más fiable. Al técnico se le ve desbordado. Lo demuestra en las ruedas de prensa. Recurre a los tópicos de siempre, algunos de perogrullo. Justificar en parte la derrota porque se enfrentaban al líder no hay por dónde cogerlo. Si se piensa así, mejor que no se presenten a la cita y a pensar en el próximo partido.
No toda la culpa es del entrenador. Los jugadores, protagonistas de todo este invento para lo bueno y para lo malo, también son responsables del desaguisado. A su impotencia y nula fiabilidad en la delantera, se une ahora su flojera en defensa. Los errores son graves. Y continuos. Un buen número de goles encajados son a balón parado. El primero en Valencia en un saque de esquina. Y van. Y el segundo en un saque de banda en el que la defensa quedó poco menos que paralizada. Fallos de concentración, le llama Vázquez. O algo más grave, desidia, un pecado inadmisible en un profesional que se precie.
La pregunta que ahora flota en el ambiente es hasta cuándo le durará la paciencia a Molango. Su discurso, de cara a la opinión pública, templado y reposado, puede saltar por los aires si los resultados no empiezan a llegar. El equipo necesita victorias ya para huir de la zona pantanosa. Escuchar de nuevo la palabra ascenso, en boca del entrenador y de Lago Junior el pasado jueves, suena a broma. Y de mal gusto. Hasta el aficionado más pesimista seguro que esperaba más de un equipo hecho, si no para subir, al menos para no pasar apuros. Pero se ve que no. Hay que estar preparados para recibir una de cal y otra de arena. Y rezar para no caer en el pozo.
Cristiano Ronaldo volvió a demostrar en el Villamarín que es un gran futbolista, pero un pésimo deportista. Con 1-5 al Betis, el portugués celebró el sexto, marcado por él, como si del primero se tratara, con su grito característico y señalando su número. Y pensar que Florentino ha llegado a decir de él que es un ejemplo para los más pequeños...
Nadal anunciará, presumiblemente mañana, sus intenciones de cara a este final de temporada. Si disputa los torneos de Basilea, París-Bercy y la Copa de Maestros, si se clasifica, o si decide parar para regresar con fuerza en 2017. Si la opción es la de continuar ha de ser para competir de tú a tú con cualquier rival. De lo contrario, no vale la pena exponerse a un calvario, que es lo que está viviendo el de Manacor en este final de temporada. Y no se lo merece.
El Palma Futsal ha empezado la temporada de la mejor manera, con dos victorias en las dos primeras jornadas. El equipo parece una piña, la afición respondió el viernes y la cosa pinta bien. Solo un pero, ignoro si achacable al club mallorquín o a la Liga. Por la seriedad de la competición, si el partido ante el Burela está programado a las 20.30, no es de recibo que empiece con casi quince minutos de retraso. Los homenajes a la propia afición y al campeón del mundo Nico Sarmiento son merecidísimos y de obligado cumplimiento, pero no cuesta nada hacer los honores quince minutos antes del horario oficial. Atenerse a los horarios es sagrado. Debe serlo también en el fútbol sala.
