El Mallorca de las dos victorias en diez jornadas no ha hecho saltar todavía todas las alarmas porque la categoría es francamente mala. Es como si cada jornada compitieran los más tontos de la clase mientras se está a la espera de que aparezcan los buenos. Lo celebra el grupo de Fernando Vázquez, que gracias a la torpeza de sus rivales no está descolgado en la clasificación. Al Levante le bastaron dos bufidos para tumbar a un Mallorca que aunque este curso ha ganado en capacidad de sufrimiento no da para más. Trece puntos separan ya a los valencianos de los bermellones. Esta brecha, enorme cuando la Liga no ha hecho más que empezar, debería llevar a una profunda reflexión a Maheta Molango y a Javi Recio.
Disparates varios
El problema es que cada vez que Molango se ha puesto a reflexionar ha llegado a conclusiones equivocadas. Como cuando decidió mantener a Fernando Vázquez en el banquillo esta temporada. O como cuando señaló a Colunga como un ejemplo de compromiso. Y, la más disparatada, cuando sentenció que los problemas que tenía el equipo para marcar era un debate inventado por los medios de comunicación. Ansotegi lleva los mismos goles que Óscar Díaz y uno más que Lekic, pero hasta hace dos días el consejero delegado estaba convencido de que en la plantilla había pólvora para regalar. En verano Vázquez tragó con todo. No estaba para levantar la voz después de los números que firmó la pasada segunda vuelta, pero de Javi Recio se esperaba más lucidez. Aunque se subió al tren en marcha, cuesta creer que el director deportivo diera por buena la composición de esta plantilla.
Sin coartada
Son ya 136 jornadas en Segunda División sin pisar el 'play-off'. Más de tres años que se han llevado por delante millones de euros y unas cuantas reputaciones. Molango ya tiene una cuota de responsabilidad grande en este fracaso porque ha pecado de los mismos defectos que sus predecesores: no escuchar, no delegar y no asumir errores. Esta temporada no tiene la coartada de la herencia recibida. Lo sabe él y también los inversores norteamericanos, que no parecen muy predispuestos a conceder segundas oportunidades.
El reto del can ventura
El voley de elite ha vuelto a Mallorca de la mano del Can Ventura, un proyecto nacido de la nada gracias a la persistencia de Damià Seguí, creador hace unos años de aquel milagro llamado Son Amar. Seguí ha dispuesto una política de puertas abiertas en el Germans Escalas para que cualquiera que lo desee vea en directo a un equipo teóricamente diseñado para pelear por el título. El 'alma mater' de este proyecto está convencido de que volverá a conseguir que los mallorquines se enganchen a este deporte y que el aforo de 700 espectadores del polideportivo de Son Gotleu se quedará corto. La aventura ha empezado con victoria, pero el desafío es mayúsculo.
Nadal se lo piensa
El mallorquín dará a conocer en las próximas horas si continúa o pone fin a la temporada. Él mejor que nadie conoce sus propias limitaciones, aunque parece evidente que el curso se le está haciendo muy largo. Por otro lado, hay puntos en juego que pueden ser valiosos de cara a 2017. El tenista tiene que poner muchas cosas en cada lado de la balanza.
Popular... y cara
La Palma Marathon volvió a apuntarse otro éxito de participación, evidenciando una vez más la gran demanda que existe de este tipo de pruebas populares. Y eso que la cita palmesana es una de las más caras del calendario.
