El serbio Novak Djokovic, número uno mundial, insistió ayer en que este año "razones personales" le han motivado a plantearse una nueva forma de ver el deporte, menos obsesionada por las victorias y más centrada en disfrutar sobre la cancha, aunque eso pueda significar perder su reinado. "Ya no pienso en trofeos, ni en números uno del mundo, ya no pienso en logros", aseguró un 'Nole' más interesado en hablar sobre sus sentimientos que en su juego. "Intento mirar las cosas desde una perspectiva diferente, más humana que desde el punto de vista de un jugador profesional", subrayó Djokovic, que insistió en que ahora intenta "tomarse las cosas con más tranquilidad, sin correr", "siguiendo mis entrañas, mi instinto", dijo.