­Se la jugó y le salió bien. El técnico alemán del Atlético Baleares, Christian Ziege, revolucionó el once titular blanquiazul, tanto por necesidad como por intención, y el resultado le dio finalmente la razón y frente al líder, el Valencia Mestalla. Los blanquiazules, dejándolo todo sobre la cancha y luchando hasta el último balón, sumaron un triunfo más que trabajado tras cinco jornadas en el que los tres puntos no iban al zurrón blanquiazul.

Ayer lo consiguieron. Y de forma justa y merecida. Y eso que la primera parte fue para el filial che. El referente del grupo tercero leyó de salida las facilidades que podía ofrecer el flanco derecho de la defensa blanquiazul. A Kike López ejerciendo de ‘carrilero’ diestro le cayó en la primera parte todo un castigo con las acciones verticales del canario Pipita Ariday. El exfutbolista del Mallorca B, entre otros, fue el encargado de desnudar en la primera acción del partido el entramado defensivo local. Fue todo un quebradero de cabeza, tanto para el propio Kike como para Esteban en sus ayudas por el costado derecho de la zaga local, que no sabía cómo parar sus embestidas

De esta forma, la primera media hora fue monocolor en favor de los del Turia. Ariday, Nacho Gil, Charly y Rafa Mir tuvieron en su botas sendas opciones para abrir el marcador en favor del equipo de Curro Torres. Curiosamente, la más clara vino a raíz de un clamoroso error en el pase del portero Aulestia, que regaló un balón de gol para Rafa Mir, que no fue capaz de superar la salida a la desesperada del guardameta vasco.

Justo a partir de este momento, el Atlético Baleares empezó a mejorar en su juego. El dominio valencianista se fue diluyendo a medida que los blanquiazules pisaban con más frecuencia el área visitante. Otra cosa son las ocasiones, que más bien fueron escasas y tímidas -Tete y Prieto- aunque lo mejor faltaba por llegar. Primero, una cabalgada en solitario de Rubén Jurado con todo a su favor, que no acabó en gol por la salida de Sivera. A la siguiente acción, una clara pena máxima cometida por Gregori sobre Fullana se convirtió en falta lateral porque así lo quiso el colegiado.

Y cuando el partido moría en su primer periodo David Sánchez sacó de manera magistral una falta. Con el esférico volando sobre el área visitante, y tras no llegar Gregori al mismo, fue remachado al fondo de las mallas por Malik desde el punto de penalti, premiando así la resistencia blanquiazul ante el mejor juego visitante.

Tras el intermedio, el Atlético Baleares se dedicó a jugar con el marcador se dedicó a jugar con el marcadory con los nervios de un Valencia Mestalla al que se le notó más atascado en ataque. Además, la absurda expulsión de su mejor hombre, Ariday, porque así lo quiso el joven y pésimo colegiado catalán Avalós Martos, obligó a Curro Torres a meter centímetros en ataque con Jordi Sánchez, pero cambiando así su libro de estilo, lo que facilitó sobremanera al cuadro local defender sin mayores problemas el que es su tercer triunfo de la temporada.

Con esta victoria y tras la octava jornada de Liga, el conjunto palmesano se sitúa en la octava posición con doce puntos, a tres de la cuarta plaza, que da opción a jugar la fase de ascenso a Segunda División.