Jorge Lorenzo verá esta semana hecho realidad uno de sus sueños: probar un F1 auténtico, como hace un par de años hiciera Valentino Rossi con un Ferrari F2008 en Montmeló. En esta ocasión, el coche será un Mercedes W05 de 2014, el monoplaza diseñado por Aldo Costa con el que Lewis Hamilton conquistó el título de aquella temporada y con el que junto a Nico Rosberg fueron capaces de ganar dieciséis de los diecinueve Grandes Premios de aquella temporada.

El test será en Silverstone, donde el vigente campeón de MotoGP ha estado en las últimas horas rodando con otros monoplazas de categorías inferiores para ir cogiéndole el pulso a la experiencia. Un coche híbrido de casi 900 caballos, tan difícil de manejar como la Yamaha que pilota el mallorquín, pese a que las predicciones meteorológicas parecen inusualmente benignas para los próximos días.

La iniciativa es posible gracias a Monster, patrocinador del equipo Yamaha Movistar, y también de Valentino y del propio Lorenzo, que continuará con la marca de bebidas energéticas en su próxima etapa como piloto de Ducati. Encontrar una fecha para la experiencia no ha sido fácil, ya que la F1 está en la recta final de la temporada y Lorenzo está a punto para marcharse hacia el triplete asiático de MotoGP.