Extraño partido, desarrollo disperso, igualada final (1-1) y el Atlético Baleares que ya encadena cuatro jornadas sin ganar. Dos yerros de ambos porteros 'forzados' por la lluvia dejaron el electrónico en unas tablas que explican lo que fue un encuentro que, por momentos, rindió homenaje a la ya manida 'patada a seguir' del deporte del quince, el rugby.

Curiosamente, la primera ocasión, con el disparo desde la frontal del área de Rubén Jurado detenido en dos tiempos por Jokin, supuso el epílogo de lo que fue el 'primer' partido. Un minuto después, Navarro Collados dijo que hasta aquí se jugaba, enfilando el camino de vestuarios en el marco de todo un diluvio.

Justo una hora después volvió a rodar el esférico -es un decir- sobre el mojado césped artificial de Son Malferit'. Lo que el sufrido espectador tuvo que aguantar en el 'segundo' envite fue todo un recital de pelotazos de un área a otra, signo inequívoco de que el terreno de juego no daba más de sí.

Y cómo no, el gol no podía venir de otra forma que no fuese en una acción en la que el azar para unos y la mala suerte para otros se conjugaron. Un centro al área de Xisco Hernández se envenenó por el efecto del agua. Jokin Ezkieta, con su desafortunada acción, hizo el resto, introduciendo el balón en su portería.

El resto del primer acto apenas ofreció acciones mínimamente destacables; ni para unos ni para otros. Varios saques de esquina sin acierto blanquiazul y un disparo sin consecuencias de David Sánchez fue todo el bagaje ofrecido por un Atlético Baleares que controlaba el partido y se adaptaba mejor a las circunstancias, pero sin punch en los metros finales.

Tras el intermedio, más de lo mismo; pero con un Baleares más decidido sobre el área visitante. Xisco Hernández volvió a mostrarse muy activo, pero sin premio.

Los de Josep Solivelles buscaban la igualada con más corazón que cabeza. Ian González puso a prueba primero a Klaus y después a Prieto, que salvó el 1-1. Fue un aviso al que respondieron sin acierto Jurado y Xisco. Pero a la siguiente que tuvo, el Sabadell marcó. Un balón colgado al área de Verdú primero le bota y después se le escurre a Klaus. Migue García, muy atento, aprovecha la circunstancia y empata (1-1).

Una igualada que al final resultó definitiva. El Atlético Baleares suma su segundo empate de la temporada, primero como local, en un partido que, lógica en mano, hubiese sido mejor no jugarlo.