El piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) aprovechó el error en la salida de su compañero y rival, el británico Lewis Hamilton, para ganar por primera vez el Gran Premio de Italia y apretar la lucha por el Mundial de Fórmula 1, que se queda en dos puntos de diferencia entre los dos Mercedes.

La clave de la carrera fue una pésima salida de Hamilton, que se quedó clavado mientras no solo Rosberg le adelantaba, sino que también lo hacían los Ferrari del alemán Sebastian Vettel y del finlandés Kimi Raikkonen, el finlandés Valtteri Bottas (Williams) y el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).

Esta sorpresa le sirvió la victoria en bandeja a Rosberg y obligó a remontar a Hamilton, que aún así consiguió escalar hasta la segunda posición gracias a una estrategia acertadísima por parte de Mercedes, que forzó los neumáticos blandos 25 vueltas para realizar una sola parada, al contrario de los dos cambios de neumáticos previstos por el resto de escuderías.

Un exultante Rosberg celebró así la vigésima primera victoria de su carrera, la séptima de este año y su primer triunfo en Monza, en cuyo podio se atrevió con el italiano -se crió en Mónaco, a pocos kilómetros del país transalpino- y se ganó a los 'tiffosi' que comenzaron silbando a los Mercedes que siguen negando las victorias a su escudería predilecta, una Ferrari que subió a Vettel al podio.

Con la victoria del piloto de Wiesbaden, el Mundial se queda en dos puntos de diferencia, 250 para Hamilton y 248 para Rosberg, con el circuito singapurés de Marina Bay en el horizonte, la única plaza donde el año pasado Mercedes cedió la victoria.

El alemán Sebastian Vettel (Ferrari) completó el podio de Monza, seguido en la zona de puntos por su compañero finlandés Kimi Raikkonen, que fue cuarto. Un consuelo para la escudería Ferrari, que cada vez ve más lejos la última victoria de un monoplaza rojo en el circuito lombardo, conseguida por Fernando Alonso en 2010. El asturiano fue decimocuarto, por delante de Carlos Sainz (Toro Rosso).

La zona de puntos fue completada por el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), quinto, el finlandés Valtteri Bottas (Williams), el holandés Max Verstappen (Red Bull), el mexicano Sergio Pérez (Force India), el brasileño Felipe Massa (Williams) y el alemán Nico Hülkenberg (Force India), décimo este en Monza.

La carrera cambió nada más encenderse los semáforos, con la mala salida de Hamilton que cedió el liderazgo a su compañero Rosberg al tiempo que perdía hasta cinco posiciones.

El líder del Mundial tenía que esmerarse en recuperar los puestos que había perdido en la salida, y tardó muy poco en rebasar a Ricciardo; mientras en la zona trasera de la carrera, el brasileño Felipe Nasr (Sauber) acababa en el arcén por un toque con el británico Jolyon Palmer (Renault) que provocaba una momentánea bandera amarilla y acabaría llevando a los dos a abandonar.

Si Hamilton tuvo fácil el adelantamiento a Ricciardo, el motor Mercedes del Williams de Bottas hacía más difícil sobrepasar al piloto nórdico, cosa que no consiguió hasta la décima vuelta, haciendo uso del DRS para ganar la velocidad necesaria en la recta.

Mientras tanto, Rosberg aprovechaba la oportunidad para sumar vuelta rápida tras vuelta rápida y le sacaba más de seis segundos al Ferrari de Vettel. Por detrás de los dos Ferrari, Hamilton, Bottas, Ricciardo, Pérez, Massa, Verstappen y Alonso, que cerraba la zona de puntos.

En torno a la vuelta 14 cambiaron los neumáticos pilotos como Bottas, Verstappen, Hülkenberg o Alonso. Una vuelta después fueron a los talleres Raikkonen, Pérez y Button, Con la entrada posterior de Vettel y Ricciardo, Hamilton escalaba hasta el segundo lugar, estirando al máximo su neumático blando.

Con la estrategia a una parada, el equipo Mercedes había conseguido minimizar los efectos de la mala salida de Hamilton, que se ubicaba segundo a unos 14 segundos de Rosberg y rodaba incluso más rápido que su compañero, por lo que le iba restando diferencia vuelta a vuelta.

Las cosas se ponían incluso mejor para las 'flechas plateadas', porque ni siquiera con los neumáticos superblandos nuevos Vettel se acercaba a Hamilton, que le mantenía los 20 segundos de diferencia, al tiempo que seguía acercándose a su compañero.

Fue en el ecuador de la carrera -vueltas 24 y 25- cuando los Mercedes realizaron su único cambio de neumáticos. Rosberg salió por delante de los dos Ferrari, a los que aún les faltaba otro cambio de neumáticos, y Hamilton se ubicaba cuarto con la expectativa de un segundo paso por talleres de Ferrari que le ubicara por delante.

Por detrás, el Manor del alemán Pascal Wehrlein comenzaba a echar humo, por lo que desde los talleres obligaban a su piloto a parar el monoplaza, mandando al traste una buena carrera del joven piloto alemán, que había salido desde el decimotercer lugar.

La estrategia obligaba a los Ferrari a realizar su segundo cambio de neumáticos durante las vueltas 34 y 35, con lo que Mercedes volvía a su escenario deseado: Rosberg y Hamilton en cabeza, con Ricciardo completando el podio por delante de Vettel y Raikkonen, que le ganaba la posición a Verstappen cuando el joven piloto holandés realizaba su segundo paso por talleres.

El segundo paso por talleres de Ricciardo permitió a Vettel ganar su posición en el podio y a Raikkonen auparse al cuarto lugar. No obstante, el australiano conseguiría después llegar hasta el quinto con un gran adelantamiento a Bottas. Verstappen hacía lo propio después con Pérez para lograr el séptimo lugar, mientras que Massa y Hülkenberg cerraban los puntos.

Fernando Alonso, que había coqueteado con los puntos, terminó sin opciones de acercarse a los diez primeros tras los últimos cambios de neumáticos, y sorprendió realizando un tercer cambio de ruedas a falta de dos vueltas, cuando colocó los neumáticos superblandos que le permitieron marcar la vuelta rápida de la carrera.

El asturiano, que acabó decimocuarto justo por delante de su compatriota Carlos Sainz (Toro Rosso), se anotó la vigésimo segunda vuelta rápida de su carrera con un giro de 1:25.340, tres años después de la última vez que lo consiguió en el Gran Premio de Abu Dabi de 2013.

Con el Mundial más apretado que nunca, dos puntos entre Hamilton y Rosberg en la lucha por el campeonato, la Fórmula 1 se toma dos semanas hasta la próxima cita en Singapur, donde el circuito de Marina Bay marcará el siguiente capítulo de esta lucha, un trazado que el año pasado se atragantó a las 'flechas plateadas'.