Se acabaron las probaturas. Llega la hora de la verdad tanto para Mallorca B como Atlético Baleares. Tras una pretemporada cargada de partidos amistosos por la isla en el caso del filial rojillo y con 'stage' en el extranjero por parte del cuadro blanquiazul, llega este fin de semana la hora de la verdad. El momento en que arrancará la competición oficial. El Atlético Baleares será el primero en empezar al hacerlo esta tarde, a las 19 horas, en el campo del filial Atlético Levante.

"Nuestro objetivo es meternos entre los cuatro primeros y subir". No es un mensaje ambiguo como el del pasado ejercicio. Es un deseo incontestable y bien claro por parte del propietario del club blanquiazul, Ingo Volckmann. Y es que invertir tanto dinero para quedar en la zona media de la tabla no es precisamente lo que busca el máximo accionista de un Atlético Baleares ambicioso. Una ambición que se mide con un plantel y una pretemporada a la altura de un equipo profesional al cien por cien.

No habrá excusas para Christian Ziege y su cuerpo técnico. Ya han tenido tiempo más que de sobra para saber lo que es la realidad del fútbol de Segunda B. Y por todo ello, la composición del plantel de esta temporada responde precisamente a las necesidades que busca paliar el exinternacional alemán.

Tras una pretemporada en la que solo ha habido un único borrón a nivel de resultados -empate a 2 ante el Collerense de Tercera- se atisba por lo que se ha visto un bloque defensivamente mejor que el de la pasada campaña, aunque aún está por ver si la zona medular y la de ataque cogerán la soltura que, sin ir más lejos, no se vio en el Nicolás Brondo.

Lo que queda claro es que jugadores de la experiencia del portero Aulestia o de los defensas Vallori y Ndjeng están llamados a ser la referencia tanto dentro como fuera del terreno de juego, por experiencia y galones. El grupo conserva el bloque de la temporada pasada con Jurado, Esteban, Chando, Vich, Guasp -hoy está lesionado-, Fullana y, entre otros, Xisco Hernández.