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David Bustos

"Tengo más ilusión que en Londres porque puedo llegar a la final"

Bustos recibió ayer la insignia Olímpics IB. vicente marí

David Bustos (Palma, 1990) prepara en Eivissa los 1.500 de sus segundos Juegos Olímpicos, después de haber quedado fuera de las medallas en los 800 del Nacional de atletismo. Aún así, el atleta

se ve "en muy buena forma" para hacer una buena actuación en Río.

-Este fin de semana fue el Campeonato de España. ¿Cómo valora su actuación?

-La verdad es que no ha salido tan bien como esperaba. Pretendía estar, por los menos, en las medallas en el 800. Lo que pasa es que, como no es mi prueba, he pecado un poco al salir con la mente puesta en el 1.500. Cuando tienes mucho tiempo para ir saliendo de la calle de dentro y puedes ir maniobrando tranquilamente. En el 800 todo esto es bastante más difícil. Te penaliza mucho más el hecho de equivocarte.

-¿Cómo es que se presentó a los 800 y no a los 1.500?

-Porque esta temporada es bastante especial. En una campaña normal nunca hay dos campeonatos tan grandes al aire libre. Cuando hay Juegos, hay Europeo. Entonces la temporada se vuelve muy larga y hago muchas pruebas de 1.500. Por eso hablé con la Federación y me permitieron presentarme al 800 y así no saturo tanto el cuerpo y cojo un poco de chispa. Además me ha servido bastante para ver errores tácticos e intentar corregirlos.

-Entonces, ¿los 800 le han servido de preparación para los Juegos?

-Sí, porque el 800 me da un poco más de chispa y me da un toque de atención. En unas Olimpiadas tienes menos margen de error que en unos europeos o en el nacional. Todos los rivales son atletas del más alto nivel, por lo que cuantos más errores tácticos haces, más penalizado sales.

-En Río de Janeiro vivirá sus segundos Juegos Olímpicos. ¿Cuáles son sus objetivos?

-Como mínimo estaría bien pasar a semifinales, cosa que es bastante difícil pero que es lo que debería. Una vez en semifinales se tratará de luchar por pasar a la final, que es mucho más difícil. Pero bueno, estoy en un gran estado de forma y estoy rápido al final. Si corro bien tácticamente y tengo un buen día, puedo estar en la final. Eso sí, hablar de medallas ya serían palabras mayores. Si llego a pasar a la final, todo puede pasar, pero es muy difícil.

-¿Va con ilusión a Río?

-Sí, porque me veo más capacitado para luchar por llegar a la final. Pero bueno, siempre debo estar con los pies en el suelo e ir paso a paso. Cada carrera, para mí, es prácticamente una final.

-¿Cómo ha planificado esta temporada tan importante?

-Hemos hecho prácticamente dos picos de forma. Me quedan unas tres semanas hasta competir, y ahora toca volver a cargar en los entrenamientos estas dos próximas semanas y luego una para bajar y poder competir en plenitud. En el Europeo había un pico de forma y en los Juegos otro, los dos muy similares, pero con su pequeña bajada y con la carga de entrenamiento.

-¿Cómo ha sido su exigencia?

-Es un año en que trabajas con más ilusión y más ganas, pero la lucha es más exigente. Es una temporada larga en la que empiezas a competir pronto para conseguir la mínima o, al menos, demostrar que mereces ir a los Juegos. Luego, hay que competir en el Europeo y en el Campeonato de España, y, finalmente, esáa el objetivo de llegar bien a los Juegos.

-¿Cuáles cree que serán sus principales problemas?

-En un principio, el hecho de adaptarse a la villa, cosa que me llevará, como mucho, un día o dos. Luego, pues los problemas de cualquier otro campeonato. Lo bueno es que la temperatura allí en invierno es de unos 25 grados. Lo difícil será competir, ya que todos los que van llegarán con un gran estado de forma. Debo saber competir y no me debo meter en peleas tontas que me desgasten tácticamente.

-Ha dicho que ha sido un año largo. Después de Río, ¿toca descansar?

-Depende de la motivación. Después de los Juegos, podría seguir compitiendo un par de semanas más. Esto no depende del estado físico, sinó del psicológico. En un año tan largo, con tantas competiciones grandes, llegas con un desgaste mental enorme. Todo depende de la ilusión.

-¿Espera estar en los próximos Juegos de Tokio?

-Sí. Me pillarán con 29 o 30 años y creo que puedo estar en muy buena forma. Con 30 años se tiene ya una madurez perfecta para correr en 1.500, porque ya tienes mucha experiencia. Tal vez pierdes un poco de velocidad punta, pero el nivel de carga que puedes meter en el entrenamiento es bastante superior. Poco a poco puedo ir entrenando más. Por eso creo que podría llegar muy bien a Tokio.

-¿Le preocupa el virus Zika?

-Sí que preocupa, pero parece ser que no es más que una gripe. El mayor problema es que, si tienes pensado tener hijos, el virus se transmite a tu prole. Te recomiendan tomar precauciones y no tener hijos después de los Juegos. El mayor problema para nosotros parece que es ese, pero el resto no es importante al final.

-¿Les han informado bien sobre el virus?

-Sí. El COI nos va enviando correos y va dando conferencias para informarnos como va evolucionando el virus. Y no solo está el Zika, también hay hepatitis, un tipo de fiebre... Pero bueno, dentro de la villa a penas hay riesgo.

-¿Qué es lo que siente ahora ante estos Juegos?

-Voy con muchísima ilusión. Sé que puedo hacerlo bien. Lo que pasa es que tengo ese miedo de pre-competición, de a ver como va a salirme la carrera. Al ser una prueba de medio fondo, influye mucho la táctica. Entonces, me gustaría hacerlo bien, pero también que me dejen hacerlo bien. No solo ir allí y pelearme y desgastarme. Me gustaría correr bien tácticamente para intentar llegar a la final.

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