La Federación Internacional de Motociclismo (FIM), a través de un informe técnico, que vio la luz ayer, descarta que el accidente que provocó la muerte del piloto mallorquín Luis Salom en los entrenamientos libres del Gran Premio de Catalunya se debiese a un fallo mecánico o al bache existente en la curva 12 del Circuit de Barcelona-Catalunya.

En el informe firmado por el director técnico de MotoGP, Danny Aldrige, se concluye que el trágico accidente del 3 de junio se debió probablemente a una distracción del propio piloto de Moto2, que, supuestamente, tomó la curva con la intención de llegar a la recta de meta a una alta velocidad.

Con la ayuda de la telemetría, y bajo supervisión del perito Ángel Calzada Gómez, se llevó a cabo una comparación inicial entre la información recogida en el sector una vuelta anterior y en la misma sección la vuelta del accidente.

Los datos muestran la inestabilidad de la moto justo antes de que la velocidad en el eje delantero se reduciese de golpe, indicando la pérdida de control del frontal de la Kalex. En el momento del accidente, la moto era 4 kilómetros por hora más lenta que en su vuelta más rápida, pero en el momento de la frenada el piloto estaba entre 7 y 8 metros más cerca de la curva que en su paso más rápido.

Así, Calzada Gómez especula con que el piloto pudo haber mirado hacia atrás y que, al volver la vista al frente, interpretó mal su posición o se encontraba fuera de trazada. Como resultado de eso la rueda delantera perdió tracción y provocó el accidente.

Consecuencia y no causa

Igualmente, el informe de la FIM descarta fallos mecánicos: "Durante la inspección de la moto se comprobó que el manillar del acelerador estaba suelto y que fácilmente pudo haber sido arrancado de los conectores, pero que pudo ser resultado del impacto".

Además, la resolución niega que los neumáticos sean los posibles causantes del accidente. "La rueda trasera tenía un gran daño como resultado del choque. Este tipo de daño es común cuando las ruedas impactan con un objeto sólido a gran velocidad. Esto no es una evidencia de que la rueda estuviese defectuosa o fuese la causa del accidente", subraya.

"Los neumáticos delanteros y traseros fueron inspeccionados y estaban en buenas condiciones. Los datos mostraron que la presión del neumático trasero era la recomendada en el momento del incidente. Esto confirma que el problema con la llanta trasera es una consecuencia y no una causa del accidente", concluye.