El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) se alió con la lluvia que cayó durante la sesión de clasificación del Gran Premio de Austria para obtener la 'pole position' y salir primero este domingo, lejos de su compañero y rival, el alemán Nico Rosberg, que saldrá séptimo por una sanción.

El triple campeón mundial de Fórmula Uno recuperó la sonrisa que no había mostrado durante la primera jornada en el Red Bull Ring de Spielberg, en el que el viernes aseguraba que no había encontrado el punto, pero que este sábado vio cómo, en una agitadísima jornada de clasificación, se ubicaba en la primera plaza de la parrilla.

El inglés basó su éxito en el rápido secado de la pista austríaca, sobre la que cayó la lluvia en la parte final de la segunda sesión y que fue perdiendo humedad de una forma rapidísima, lo que provocó que los tiempos de los monoplazas fueran mejorando segundo a segundo. En ese carrusel de mejoras, Hamilton siguió la estela de los más osados, entre ellos el Force India del alemán Nico Hülkenberg -que ayer fue tercero y saldrá segundo por la sanción a Rosberg-, para colocar los neumáticos ultrablandos en los últimos minutos de sesión y dar el golpe de gracia definitivo con un tiempo de 1:07.922.

El británico fue el más certero de un final agónico en el que Rosberg se quedó a medio segundo de su compañero, en una batalla por un puesto lo más adelantado posible para un piloto que sabía de antemano que tendría que restar cinco puestos a la clasificación obtenida. Esto fue debido a que tuvo que cambiar la caja de cambios por un accidente en los terceros entrenamientos libres, en los que perdió el control del coche al pisar uno de los pianos que delimitan el circuito.

Jenson Button (McLaren) saldrá tercero mientras que su compañero de garajes, Fernando Alonso, fue decimocuarto ayer y el peor de los participantes en la Q2 después de un error estratégico, ya que su equipo no puso los neumáticos nuevos a su monoplaza desde el principio.