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Minuto 91

La Eurocopa de Iniesta

Iniesta juega ayer con su hijo en Saint Martín de Ré.

Tras dos jornadas disputadas, Andrés Iniesta es el futbolista de la Eurocopa. Sin discusión. La plasticidad de su fútbol, cómo juega y hacer jugar a sus compañeros y las asistencias de gol le convierten en un jugador imprescindible para cualquier entrenador, se llame Guardiola, Luis, Vilanova, Martino, Luis Enrique o Del Bosque. Todos los halagos resultan pocos para un jugador que maravilla en el terreno de juego y es un ´rara avis´ fuera de él. Sin tatuajes, con mensajes en las redes sociales siempre cordiales y sin una mala palabra para nadie, Iniesta es un caballero en el campo y fuera de él. Que un futbolista de su clase se retire sin obtener un Balón de Oro pasa por ser una de estas injusticias difíciles de entender.

Monti ´for president´. Es un secreto a voces. Monti Galmés, vicepresidente del Mallorca y que llegó al club de la mano de Claassen, se perfila como el sustituto del alemán en la presidencia de la entidad rojilla. Se lo ha ganado a pulso. Sin serlo, ha ejercido de presidente desde que Claassen decidiera desaparecer del mapa. Ha hecho de anfitrión de Sarver y Kohlberg, se ha sentado donde le corresponde a un presidente, en el palco, y ha representado al club en diversos actos. Parece la persona indicada. Cualquiera que no sea él sería difícil de entender.

Una profunda renovación. Fernando Vázquez dijo la semana pasada, en una entrevista a este diario, que cree que con siete u ocho jugadores serán suficientes para completar un equipo competitivo para la próxima temporada. Esto significa que se va a quedar con una docena de los que casi bajan al equipo a Segunda B. Parecen pocos los fichajes, o muchos los que se van a quedar. Se hace complicado pensar que los que lo han hecho tan mal esta temporada, lo vayan a hacer bien en la próxima.

El Mallorca Open de tenis, que se ha celebrado en Santa Ponsa esta semana y que ha finalizado con el triunfo de la francesa Caroline Garcia, ha supuesto toda una decepción. Siempre es de aplaudir la iniciativa de traer un torneo WTA a Mallorca, pero algo ha debido fallar cuando las gradas del Santa Ponsa Country Club han registrado tan pobre aspecto. Ver el torneo por televisión era lo más parecido a presenciar una competición entre solteros y casados. Hasta un máximo de quince espectadores se pudieron contar en la grada de sol en un partido en el que el nivel se presuponía. El que no ha dado Garbiñe Muguruza, que llegaba a Mallorca como flamante campeona de Roland Garros y que se ha tomado su estancia en la isla como unas vacaciones pagadas. A una semana de Wimbledon, donde el pasado año alcanzó la final, no le hubiera ido nada mal a la hispano venezolana un par o tres de partidos para aclimatarse a la hierba. Una lástima.

La seguridad en los rallies, un peligro permanente. Con más o menos periodicidad, los accidentes en los rallies aparecen en las noticias, lamentablemente de sucesos, de manera cíclica. El que se produjo el pasado sábado en el Rallysprint, en Calvià, pasa a engrosar la lista de pruebas automovilísticas en donde los espectadores salen mal parados. De alguna manera se debería regular la ubicación de los aficionados en una competición de alto riesgo. Los pilotos son humanos y, como tales, están expuestos a accidentes. Pero a diferencia de la Fórmula Uno, sus errores afectan a unos aficionados que, en muchas ocasiones, como el sábado en Calvià, no están situados en el mejor sitio posible. Lo que no es de recibo es que una actividad lúdica se convierta en una de riesgo por no ser lo suficientemente cauto.

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