"Es increíbe. Trébol nos ha vuelto a demostrar que es mucho más que un crack. No me lo esperaba e incluso en meta ni sabía si había ganado, no veía dónde estaba Timoko", relató emocionado Biel Pou ayer, sobre su victoria por segundo año consecutivo en el 'Kymi Grand Prix'. El Grupo I del hipódromo finlandés de Kouvola, con 85.000 euros para su vencedor, en el que el campeón menorquín reforzó su condición de auténtica leyenda viva, coincidiendo con su concurso en un escenario que ha convertido en su magnífico paraíso particular y en el que se mantiene invicto.

De nuevo, Trébol ganó rematando y apuntándose un registro de 1:12'0 minutos sobre un recorrido de 2.100 metros. Remotando numerosas posiciones por todo el exterior a lo largo de la última curva, tras evitar forzar de salida, y ejecutando a lo largo de la recta de meta a rivales ilustres. A buena parte de la jet society del trote continental. Entre ellos al francés Timoko, tercero en meta y el trotón en competición con mayores premios, que superan los cuatro millones de euros. La segunda plaza terminó en poder del también galo Univers de Pan.

Como ya viene siendo habitual en sus mejores actuaciones, el ciutadellenc Trébol ganó sobre una pista embarrada. Se impuso con un gran final en una carrera que disputó bajo la lluvia y un fuerte viento, "incluso con frío", según explicó su entrenador y conductor mallorquín. Un Biel Pou que admitió haber afrontado la carrera "en tensión y con nervios".

Vuelo a reacción

"Dudaba mucho sobre cómo afrontar la salida", reconoció Biel Pou, quien detalló que por momentos quedó "en shock" sobre el rutilante sulky de su pupilo. "Ha sido Philippe Daugeard (por el conductor de Univers de Pan) quien me ha dicho que habíamos ganado", asumió. "Venía de pasarlo tan mal que me conformaba con terminar entre los tres primeros", reconoció Biel Pou sobre cómo afrontó el imparable vuelo a reacción a por la victoria de Trébol hasta la línea de meta.