El pesimismo se convirtió en una obra de arte por obra y gracia del irrepetible Joan Toni Riera. El mejor conductor de la centenaria historia del trote de las Illes Balears. Un personaje único, un auténtico genio. El hombre que ayer dirigió a Dream de Font, rodando a una notable media de 1:17´2, a protagonizar una asombrosa remontada a lo largo de los 600 últimos metros del ´Gran Premi de Manacor´. Una clásica que el popular ´Es Boveret´ conquistó por séptima ocasión a las riendas del potro de la Cuadra Morro-Calvo.

El desdichado principal derrotado en el ´Gran Premi Nacional´, que afrontó como favorito el 22 de mayo, se resarció en esta ocasión de aquel mayúsculo fracaso.

Y en esta ocasión se apuntó un triunfo con tintes épicos que se ofreció pese a que en sus diferentes sesiones de calentamiento, e incluso poco antes de la carrera, fue incapaz de superar bien ninguna de las curvas de la pequeña y exigente pista de Manacor.

"Ya no sabíamos qué hacer. No pasaba ni una curva. Por eso en carrera hemos cedido tanto terreno. No iba bien y he sufrido mucho. Es la carrera de mi vida en la que lo he pasado peor. No creo que pueda volver a sufrir más en una prueba. Por eso me he emocionado tanto al final", asumió Joan Toni Riera, explicó sobre el calvario que aseguró haber vivido a las riendas de Dream de Font, tanto antes como a lo largo del desarrollo de la gran clásica del Municipal. Una prueba con el hipódromo a rebosar de miles de aficionados, en la que el hijo de Zola Boko se tomó cumplida venganza de sus desventuras y el ´guantazo´ que recibió en el ´Gran Premi Nacional´ que terminó ganando Duna de Llevant, con Toni Frontera. La misma yegua que ayer se clasificó segunda, superando en los 100 metros finales a Deco SB. Tercero con Guillem Andreu, tras haber ejercido de animador de la prueba, rodando desde un principio en primera posición y marcando, para ello, un ritmo por debajo de 1:17.

Meteórica aceleración

Dream de Font se mantuvo la mayor parte de la carrera en cola de pelotón, mientras en cabeza Deco SAS dirigía el desarrollo de la prueba, tras ofrecer en un principio un relevo a Duna de Llevant, que impidió que la yegua de Toni Frontera quedase en el sitio de la muerte, "nariz al viento".

La carrera entró en su espacio de desenlace, a unos 650 metros de meta, con Deco SAS en primera posición y Dream de Font el último, junto a Deixondit Rossa. En la recta de contrameta fue cuando llegó la gran reacción del a la postre caballo vencedor.

Una meteórica aceleración que le permitió desbordar a seis rivales en poco más de 150 metros y llegar al inicio de la última curva ya instalado en tercera posición. Lanzado a por todas, abierto, por el segundo carril, con Joan Toni Riera realizando una auténtica pirueta a sus riendas, mientras Deco SAS y Duna de Llevant demostraban ya no disponer de recursos para plantar cara y resistir.